Falleció el artífice del árbol genealógico humano

El genetista Luigi Luca Cavalli-Sforza adquirió fama por rechazar el concepto de raza humana, debido a que consideraba que no existían fundamentos científicos para validarlo.

Era el principal experto mundial en diversidad de los genes en poblaciones. (Luis M. Morales C.)
Roma /

El genetista e investigador italiano Luigi Luca Cavalli-Sforza, famoso por haber sentado las bases de la genética humana y defender la falta de fundamento científico en el concepto de raza humana, falleció a los 96 años en el municipio italiano de Belluno , informaron ayer medios locales.

Nacido el 25 de enero de 1922 en Génova (noroeste), dedicó su vida a estudiar la historia del hombre con los instrumentos de la biología y fue uno de los máximos exponentes de la ciencia a escala mundial.

La Fundación Internacional Premio Balzan lo describe en su página web como el principal experto mundial en la diversidad genética de las poblaciones y lo que esta puede decir sobre el árbol filogenético de la humanidad.

Comenzó sus estudios en Turín, donde tuvo como maestro al científico Giuseppe Levi Montalcini (1986)—quien también formó a los Premio Nobel de Medicina Rita Levi—y Renato Dulbecco (1975)- y se licenció en Medicina en la Universidad de Pavía en 1944, a la que volvería después como profesor universitario de genética en la década de los 60.

En 1948 se marchó a Reino Unido a trabajar en la Universidad de Cambridge.

En los años 50 regresó a Italia para enseñar genética y microbiología en la Universidad de Parma y en los 70 se afincó en Stanford, Estados Unidos, donde dio clases universitarias de genética y donde más tarde sería nombrado docente emérito.

Dedicó décadas de investigación a comparar la difusión de genes y la evolución cultural humana mediante la construcción del primer árbol genealógico de la humanidad, basado no solo en datos biológicos, sino también arqueológicos y lingüísticos.

Creó además un nuevo campo de investigación, combinando la demografía con análisis de grupos sanguíneos en la población.

Encontró en el actual patrimonio genético humano las huellas dejadas por los grandes movimientos migratorios del pasado y elaboró un modelo de difusión de la cultura en el Neolítico.

En su trabajo también tuvieron un espacio relevante las genéticas sobre poblaciones primitivas, como los pigmeos africanos.

Entre sus obras destacan Genetics, Evolution and Man (con Walter Fred Bodmer, 1976), The History and Geography of Human Genes (con Paolo Menozzi e Alberto Piazza, 1994), Genes, Peuples et Langues (1996), L’evoluzione della cultura (2004); y “Consanguinity, inbreeding and genetic drift in Italy” (2004).

Fue miembro de la Royal Society desde 1992 y entre los numerosos galardones que recibió se encuentran la Medalla de Oro del Consejo Nacional de Investigación (CNR) de Italia y el Premio Balzan (1999).

  • Agencia EFE
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