Las infancias violentadas son un factor preponderante para desarrollar, a futuro, vidas adultas con desorden emocional, baja o nula salud mental y en donde se repitan patrones de conductas agresivas hacia los niños de nuestro entorno.
Así lo estableció Valeria Segura Córdova, neuropsicóloga de Puebla que brinda acompañamiento a menores que han sido víctimas de abuso, quien explicó que la mayoría de los menores víctimas de violencia sexual, física o psicológica tienen a sus agresores en su entorno más cercano.
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En entrevista para MILENIO en el marco del Día del Niño, que se celebra en México cada 30 de abril, la especialista graduada por la Universidad Latinoamerica manifestó que en la mayoría de los casos de abuso sexual hacia niñas y niños, el agresor prepara a la víctima previo a cometer el delito a través de premios, regalos o apoyos.
Señaló que una vez cometido el abuso, el victimario procede a amenazar a la víctima hasta hacerla sentir culpable y amenazarla con causar daño a gente cercana a su entorno, principalmente su familia.
Añadió que cualquier niño puede debe pasar por un largo proceso terapéutico para animarse a denunciar a su agresor; no obstante, la víctima está en más riesgo si su violentador es gente de poder económico o político, ya que su integridad y la de quienes lo rodean podría verse comprometida.
Por lo tanto, convocó a las autoridades a capacitarse en materia de perspectiva de género e infantil para que órganos encargados en administración y procuración de justicia estén debidamente capacitados y cuenten con herramientos suficientes para enfrentar y eliminar de la sociedad este tipo de actos.
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Mundo diseñado para adultos, no para niños
Segura Córdova estableció que uno de los problemas que más aquejan a los niños de México y el mundo es que "el mundo está diseñado para los adultos, pero no para ellos", ya que "no se tiene consideración por sus derechos humanos y se desvalorizan sus necesidades".
"Estamos creciendo con una infancia traumada y cuando somos adultos no existe cultura de salud mental, no existe reparación de las heridas, la violencia se normaliza y se perpetua, se condena a que se siga viviendo en violencia".
La también integrante del Consejo Consultivo de 33 mujeres A.C. consideró que "el panorama es desalentador" respecto al combate a la violencia cometida contra la población infantil, ya que las instituciones gubernamentales, las familias y la sociedad en general está acostumbrada a convivir en violencia.
Sentenció que un niño no solo es víctima de violencia infantil cuando sufre abuso sexual, es golpeado o humillado en su casa, sino también "cuando llegas a cualquier crucero, hay uno que vende chicles y lo primero que haces es subir el vidrio de tu carro".
Como solución a la violencia infantil, Valeria Segura convocó a los gobiernos a crear estrategias y enfoques que fomenten en las escuelas valores, promoción de los derechos humanos y redes de apoyo para quienes pudieran ser víctimas de abuso, con el involucramiento de maestros, alumnos y padres de familia.
mpl