La Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) alberga a su estudiante más joven: Carlos Santamaría, de solo 12 años, quien comenzó la carrera de física biomédica apenas el año pasado. Originario de Guerrero, este alumno ha sido catalogado como un “estudiante de alta capacidad cognitiva”, aunque él no se define como un niño superdotado.
Su pasatiempo favorito es sumergirse en un libro de matemáticas, aunque recientemente se ha adentrado en los deportes, pues entrena los fines de semana para participar en triatlones.
Cuenta su padre que hace un año promovió un amparo ante el Instituto Federal de Defensoría Pública para que el lugar donde estudia Carlos sea sano y seguro para él, ya que encontró algunas dificultades al comenzar el ciclo escolar anterior, por lo que se trasladó a estudiar Bioquímica un semestre a la Universidad de las Islas Baleares en España.
En los últimos días obtuvo un amparo que obliga a las autoridades a que mejoren y modifiquen la legislación universitaria para que se reciban a niños con talento o con competencias extraordinariamente desarrolladas, pues la institución y el plan de estudios no están adaptados para ellos, por lo que Carlos y su familia buscan que la UNAM acepte y adapte más lugares y carreras para más niños como él.
¿Cómo te defines?
Simplemente soy un niño de 13 años, entre la niñez y la adolescencia, que le quitó un poquito más de tierra a lo que estaba enterrado y ahora quiere enseñarle a los demás lo que encontró.
¿Por qué decidiste estudiar física biomédica?
No hay algo específico, siempre me ha interesado lo vivo, el azar es algo increíble, la evolución es azar, es asombroso que hayan sistemas tan complejos que hacen todas esas funciones para que haya vida.
¿En qué momento decidiste dar el salto de la primaria a la universidad?
Fueron varios factores, yo salía de la primaria malhumorado, triste, aburrido…. Un día mi papá discutió en el estacionamiento, porque estaban tapando la calle y me dijo: “Ya no vengas a la primaria, vamos a hacer otra cosa”. Hice exámenes para aprobar primaria y secundaria, seguí con el bachillerato y entré a la UNAM.
No conocía Ciudad Universitaria, cuando lo hice supe que quería estudiar ahí y pronto. Nunca tuve dificultades académicas, lo más difícil fueron los trámites burocráticos. Mis papás convencieron a las autoridades de que realmente podía estar aquí, de que por lo menos me dieran una oportunidad.
¿Cómo es tu vida universitaria?
Me cuesta mucho trabajo levantarme en las mañanas, no todos los días son iguales. Mi semana tiene dos partes: Entre martes y viernes voy dos días a la universidad, y de sábado a martes, estudio solo en mi casa, aunque a veces me ayuda platicar con mi papá.
Me traslado de Cuernavaca, donde vivo con mis padres, hasta CU. Tengo algunas horas libres entre clases y las aprovecho para leer, ir a nadar y comer. Los maestros han sabido adaptarse muy bien y yo con ellos, me llevo bien con todos.
¿Te consideras un niño o adolescente superdotado?
Creo que esa distinción no existe. Soy muy bueno en las matemáticas, pero ahora que hago triatlón llego al último, si fuera sobredotado haría todo bien. Creo que realmente ese es el estado de la perfección, que por definición no existe.
¿Qué consejo darías a los niños que te ven como un ejemplo y quieren aprender más?
Anímense a profundizar en la información, internet es la mayor fuente, muchos lo critican, pero yo creo que Wikipedia es increíble. ¡Niños, presionen a la UNAM!
¿Cuáles son tus pasatiempos?
No soy muy variado. Me gusta jugar videojuegos, no veo televisión, aunque mi favorito es un libro de matemáticas. Los sábados voy a entrenar con un equipo de triatlón, aunque todavía no compito con el equipo, ya me preparo con ellos.
¿Cuáles son tus libros favoritos?
Estoy leyendo Matemáticas e Imaginación, de Edward Kasner y James Newman. Mis libros favoritos son de ciencias: Principios de Bioquímica de Lehninger. Una vez pedí uno en la biblioteca y me fascinó, Biología molecular de la célula, de Bruce Alberts. También me gusta la literatura, acabo de terminar 1984 de George Orwell.
¿Cuáles son tus clases favoritas?
Estudio mecánica vectorial, que es la física básica bastante divertida, porque te puedes imaginar todo tipo de situaciones locas y predecir qué pasará; otra es electromagnetismo y cálculo.
¿Te gustaría crear vida?
A nivel microscópico, algo que se comporte y quede idéntica a una bacteria benigna del estómago, molécula por molécula, una tras otra.
¿Cuáles son tus planes?
Probablemente escoja otra carrera y siga estudiando, todavía no sé cuál.
¿Cuál es tu comida favorita?
La pasta con pesto y queso parmesano, la papa es la estrella de mis comidas, me encanta, como sea.
¿Qué música escuchas?
No tengo mucho ritmo, escucho música clásica y me gusta buscar de videojuegos, pero en orquesta.
¿Cuál es tu película favorita?
Star Wars, Toy Story, Monsters Inc. e Intensamente, aunque es completamente psicológica, siempre le encuentro lo biológico.