Bailarín de corazón, pero ingeniero matemático de profesión, Miguel Ángel García Escobedo asegura que como instructor de baile fomenta el apoyo entre los ciudadanos chilangos, pues como él algunos de sus alumnos buscan prepararse para ser ellos quienes puedan enseñar los mejores pasos a la sociedad.
Participante del Salsa Congress Acapulco, en 2018, el nativo de Puebla detalla que la paciencia que invierte en cada una de sus clases de baile de salsa, cumbia, danzón, bachata y hasta banda, lo diferencian de los demás debido a que es la clave fundamental para instruir en cualquier ámbito a las personas.
Con 24 años de edad, advierte que sus retos no concluyen con su recién creada academia Gamma Studios, sino que buscará un triunfo mundial que lo lleve a representar a su país en el exterior.
¿Cómo te defines?
Soy una persona trabajadora y alegre que le encanta ayudar a los demás.
¿Cuál es el reto de la sociedad mexicana?
Incitar el apoyo entre todos los que la integramos. Si los políticos hacen bien su trabajo sin corrupción ni preferencias, está claro que vamos a crecer con igualdad; si los ciudadanos comparten su conocimiento con su entorno, podríamos preparar a las personas de una mejor manera, por eso creo que mis clases de baile son mi granito de arena para contribuir por un país mejor.
¿Qué te apasiona?
Las matemáticas y, por supuesto, bailar, pero mi objetivo final de cada una de las acciones que hago es ayudar a la gente para ser un ejemplo y que se pueda hacer una cadenita de gente talentosa.
¿Qué te hace feliz?
El poder compartir mi conocimiento, ya sea en el ámbito profesional, como ingeniero matemático o en el baile.
¿Cómo te preparas para ser una mejor persona?
A la fecha, sigo estudiando en el Instituto Politécnico Nacional y en el ámbito personal tengo la oportunidad de asistir a master class de bailarines profesionales.
¿Qué te inspiró a enseñar a bailar?
Cuando yo tenía como 19 años, yo veía como mi mamá bailaba y cuando me enseñaba, no le entendía. Una vez que tuve los conocimientos necesarios consideré que sería bueno enseñar mis técnicas de baile, pues las personas a quienes yo instruyeran iban a perder el miedo en la pista, pues estarían seguros de sus pasos.
¿Qué te diferencia de los demás instructores de baile?
La paciencia. Desde la preparatoria me di cuenta de que me gustaba explicar detalladamente lo que sé y actualmente me encanta poder instruir a mi equipo.
¿Cuál es el secreto para aprender a bailar?
Ningún ritmo es difícil para alguien que quiere aprender. Es indispensable que el novato tenga esa actitud y disponibilidad de hacerlo. A mí, por ejemplo, nadie me enseñó, aprendí solo de estar viendo los bailes en las fiestas y eventos sociales.
¿Cuál es tu siguiente reto profesional?
Más que un reto, es el sueño de poder concursar por el premio de una copa mundial y con ello poder representar a mi país en otros concursos.
¿Cuál es tu gusto culposo?
Aprender danza contemporánea, porque creo que en edad ya estoy avanzado y no haber iniciado la práctica desde niño, me causa un conflicto.
¿Qué haces en tu tiempo libre, además de tu profesión?
Leer y como soy muy romántico me encanta la poesía mexicana.
¿Cuál es tu aspiración?
Ya he participado en concursos internacionales y no pierdo la esperanza de algún día traerme a casa un trofeo mundial. Y en cuanto mi academia, es realizar círculos de baile por cada uno de los parques representativos de la capital metropolitana y con esto incentiva a que las personas bailen y que Ciudad de México se convierta en un semillero de bailarines.
¿Cuál es tu libro favorito?
El laberinto de la soledad, de Octavio Paz.
¿Cuál es tu lugar preferido?
Me encanta la zona de Puebla que colinda con las playas de Veracruz.
¿Tu comida favorita?
Soy carnívoro de nacimiento... cualquier cosa que tenga carne me hace feliz.
Si pudieras escribir un libro de tu vida, ¿cómo lo llamarías?
Las aventuras del Diablo, hace tres años me gané ese apodo por lo bien que bailaba.