El dramaturgo Alan Blasco (Veracruz, 1992) celebra la libertad de producir teatro de manera independiente desde hace una década, y lo hace con el estreno de su más reciente obra, Parejas hambrientas, en El Círculo Teatral.
“Con esta puesta en escena, junto con la compañía AB Producciones, queremos celebrar este aniversario, hacerlo con una comedia negra llena de tensiones sexuales que habla sobre la mentira, la infidelidad y otros temas que se ponen en la mesa”.
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Blasco dice que invita al público a degustar varios platillos que le pueden caer bien o producir una enorme indigestión por lo pesado de los temas.
“Se habla de un incesto, del poliamor, la monogamia, de las relaciones tóxicas y, por supuesto, del machismo. Todo sucede alrededor de la historia de un matrimonio que organiza una cena de negocios para salvarse de la ruina económica, y bueno, a través de la llegada del hermano menor edad de una de las chicas de un matrimonio invitado, se tocan temas susceptibles en una sociedad donde lo políticamente correcto sigue operando”.
Pieza irreverente
Blasco comenta que es el primer texto que escribe después de cuatro años de pausa y que el resultado es una pieza con un sentido irreverente sobre los deseos reprimidos y las obsesiones.
“Dejé un poquito la pluma porque había estado escribiendo adaptaciones. De repente me di cuenta de que durante cuatro años no había escrito nada mío, así que como quería escuchar otra vez mi propia voz, decidí enfrentarme a la hoja en blanco con la pregunta ¿ahora qué quiero escribir? Porque cuando era más joven vomité todas mis ideas”.
Refiere que en aquellos años él era más aventado y lo movía la experimentación por eso no respetaba mucho las reglas de los maestros en la academia.
“La primera pregunta fue ‘¿qué quiero escribir desde donde estoy parado? ¿Cuál es mi mundo interior en este momento? porque quiero hablar desde la verdad, aunque incomode’”.
Se atreve a decir que la sociedad se ha olvidado un poco hablar con la verdad y que ha tenido miedo porque la oculta poniéndose, literalmente, una máscara.
“Hemos reprimido muchas tentaciones, muchos pensamientos, opiniones y situaciones de las cosas que pasan dentro de un hogar. Es como si ese matrimonio de la obra nos invitara a ver por una ventanita eso que no se ve cuando cierran su puerta”.
De ahí proviene su interés en este estreno “incómodo”, con personajes que ocultan sus verdaderas opiniones y sus deseos, que engañan a todos a través de la careta de una supuesta honestidad.
Entre el humor y lo incómodo
La obra se vuelve al final una locura, detalla el dramaturgo: “Una esquizofrenia al dar una vuelta de 180 grados en México. Es un poco incómodo pero me parece que esta es la regla que quería respetar con este proyecto me propuse. Antes de tratar de incomodar al espectador, deseaba poner un trozo de carne cruda sobre la mesa”.
Su apuesta es poner a debate temas que todavía imperan, incluso cuando las personas publican otras cosas en redes sociales, sin hablar de que todavía hay machismo, homofobia y clasicismo.
“Estamos en la lucha de que todo ello se erradique, pero desafortunadamente la mayor parte de la sociedad no es honesta en México, Latinoamérica y algunos países de Europa. Al hablar de la condición humana nos engañamos, no somos honestos con nosotros mismos y repetimos emociones y conductas negativas en algún momento de la vida”.
Aun así, la obra Parejas hambrientas está marcada por el humor; para el dramaturgo es una gran herramienta porque, de repente, él también se aburre.
“Por esa razón pensé en una tragedia dramática, ya que considero que la vida en sí misma es dramática y es más trágica de lo que lo podemos ver en el cine, la televisión o el teatro. Entonces me parece que el darle un bálsamo de humor es importante porque de momento se torna muy cruda, porque actuamos como primitivos, como cavernícolas, con rabia, y se nos olvida la conciencia y la humanidad”.
Parejas hambrientas se presentará en El Círculo Teatral (Veracruz 1017, Condesa) del 21 de enero al 18 de febrero con funciones los martes a las 20:30 horas. Los boletos pueden adquirirse en Boletópolis.
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BSMM