Con una intensa carrera que ha merecido reconocimientos como el Legacy Award del Smithsonian Latino Center y el Leonardo da Vinci World Award del World Cultural Council, el arquitecto Enrique Norten ve el futuro con optimismo, aun en tiempos de pandemia.
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Apenas recibió la noticia de que su taller de arquitectos fue elegido en un concurso internacional para construir el nuevo edificio del Museo de Arte Latinoamericano (Molaa, sus siglas en inglés) de Long Beach, California.
Aunque ya ha realizado este tipo de recintos en varias partes del mundo, Norten dice en entrevista que esta obra le emociona mucho “porque Los Ángeles se ha vuelto una ciudad prácticamente latinoamericana. Este es un museo que, aunque tiene unas instalaciones muy precarias, por decirlo de alguna manera, es el más prestigioso dedicado al arte de nuestra región”.
Su deseo es “contribuir a la arquitectura de Los Ángeles. En cuestión de arquitectura y urbanismo es referente a nivel mundial. Realizar una obra de este prestigio en una ciudad como Los Ángeles para nosotros es sumamente importante”.
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Para Norten, “construir un museo es fundamental porque es un edificio de cultura y un detonador que da muchísimas oportunidades de exploración e investigación”.
¿Cuál es la particularidad de este museo?
El lugar donde está el museo fue donado por un señor que compró Balboa Studios, donde se hacían películas mudas antes de que naciera Hollywood. Reconstruyeron un par de estos estudios para convertirlos en el museo, edificio que todavía existe. Parte del proyecto es recuperar esas antiguas estructuras y alrededor de ellos, construir el nuevo museo. También se está incluyendo un número definido de departamentos, comercios y servicios. Será como un pequeño campus que podrá hacer sustentable a este museo.
¿Cómo afecta la crisis por el covid-19 la cuestión de los recursos?
Había una cantidad muy importante que iba a aportar el gobierno, pero están renegociando porque parte de estos fondos se han ido a la cuestión de salud. No saben exactamente cómo va a quedar eso, pero evidentemente la ciudad aporta porque entiende que construir un edificio de esta naturaleza es construir infraestructura.
¿Cuál es la función social de la arquitectura?
La arquitectura tiene muchísimas funciones sociales. Existen las funciones elementales y muy básicas, que es darle cobijo a nuestras actividades. Pero la arquitectura permite también que vivamos en comunidad, que podamos compartir, encontrarnos, interactuar y llevar a cabo una serie de condiciones que nos ayudan como sociedad a seguir progresando.
¿Y en el caso del Molaa?
Este proyecto ilustra este tipo de pensamiento: es un campus completo, donde el vacío y la masa van a tener que jugar un papel igualmente importante para acabar formando un todo arquitectónico que, de alguna manera, cambia algunas condiciones de vida de la ciudad.
Los museos han sido afectados por la pandemia, ¿cuál es su sentir?
Los museos han tenido que cerrar, así como también los cines, los teatros y muchos de los recintos donde estábamos acostumbrados a reunirnos y a compartir, no nada más momentos de esparcimiento, sino también momentos de información y, de alguna manera, momentos de ser mejores. Evidentemente esto va a pasar, vamos a regresar a estas capacidades que tenemos de podernos reunir y estar más cerca los unos de los otros. Dentro de unos años, nuestros hijos verán esto como una cosa meramente anecdótica.
¿Qué papel juegan los museos en nuestros días?
Son fundamentales, no nada más para conservar las memorias, el patrimonio y la historia de nuestros pueblos, sino también para explorar los futuros de nuestros pueblos. La investigación, la educación y la difusión son fundamentales para una institución como el Molaa, dedicado al arte contemporáneo, pues permiten que las comunidades sigan creciendo y transformándose.
Y ADEMÁS
CENTROS DE CULTURA Y EXPLORACIÓN
Para Enrique Norten, los museos “son centros de cultura que nos permiten explorar un mejor futuro para todos. Hay recintos que, para mí, son fundamentales, como el Guggenheim de Nueva York, hecho por Frank Lloyd Wright. En mi primer viaje a Nueva York, cuando era adolescente, me causó una impresión mucho muy fuerte. También están los grandes museos europeos, como el Louvre o el Museo de Londres, pero igualmente agregaría el de Antropología, que para mí ha sido un referente importantísimo”.