Las cenizas del pintor y escultor Rafael Coronel Arroyo, fallecido el martes pasado a consecuencia de una insuficiencia cardiaca, serán depositadas hoy en la ciudad de Zacatecas, su tierra natal, en el museo que lleva su nombre.
Al finalizar el homenaje luctuoso que se le rindió ayer en el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes, donde funcionarios, familiares y amigos hicieron guardia de honor, su hijo, Juan Coronel Rivera, dijo que a su padre nunca le gustó hablar de la muerte: “Nunca, jamás, nunca, algún día traté de hablarle, de tocar el tema, se paró y se fue. Pero creo que su museo es el mejor espacio para que descansen sus cenizas, pues era su casa”.
Él estaba bien, apuntó, pero “el jueves de la semana pasada empezó a sentirse débil, el sábado lo escuché un poco errático y fui entonces por él y lo traje al hospital ABC”.
Coronel Rivera, el único hijo que tuvo el artista zacatecano con Ruth Rivera Marín, hija del muralista Diego Rivera, indicó que hoy se le rendirá un segundo homenaje en Zacatecas, el cual iniciará a las 11 horas y concluirá a las cinco de la tarde.
Sus cenizas partirán desde la casa en donde nació y luego habrá una callejoneada para luego dirigirse al Museo Rafael Coronel. La intención de este recorrido es porque fue una figura pública muy querida, aseguró su hijo, por lo que la gente lo acompañará en este acto que estará presidido por el gobernador Alejandro Tello.
Prácticamente todo el dinero que ganó, explicó Coronel Rivera, lo puso en este museo, cuyo acervo está conformado por una colección de casi 300 obras de Diego Rivera, más de 500 piezas de arte novohispano y casi mil de arte precolombino, además de la colección de títeres Rosete Aranda.
“Lo que me parece fundamental es que como artista fue muy popular con la gente en México. Hay grandes autores pero no están conectados con el público, y esa es una de las cosas que son realmente importantes”.
PREPARAN EXPOSICIÓN
Coronel Rivera indicó que todavía hay muchas cosas por estudiar de la obra de su padre. “Fue un pintor muy variado y hay que poner énfasis en eso. Hace tres semanas con el Museo Borda estábamos planeando una exposición porque aunque vivió en Cuernavaca durante 40 años, nunca expuso allí. Vamos a continuar con este proyecto, porque en 2021 Rafael Coronel cumpliría 90 años de edad. Después llevaremos la exposición a Zacatecas, aunque todavía no están definidas las fechas, pero hemos pensado que se presente también en Ciudad de México”.
Curador, historiador del arte y poeta, Coronel Rivera comentó que “una de las cuestiones que le traía muy preocupado es que tenía alrededor de ocho meses sin pintar. Pienso que fue una de las cosas que lo deprimió un poco, pero trabajó prácticamente hasta el año pasado a un ritmo bastante bueno. Tenía 86 años y hacía un cuadro al mes, que era bastante, porque sus cuadros tienen mucho trabajo”.
Al evocar las andanzas de su padre, contó que no le gustaba su pintura, entonces nunca guardó un cuadro. Solamente conservó la pieza con la que está retratado y que pintó para su última exposición Retrofutura.
Sobre una de las dos obras que acompañaron las cenizas en el Palacio de Bellas Artes, explicó que Ratas comiendo lombriz pertenece al Museo de Arte Moderno. Sobre ella narró su curiosa historia.
“Don Emilio Azcárraga Milmo daba una beca cada año a un pintor: mi papá fue el primero en 1973, luego Corzas, le siguió Gironella y terminaron con Juan Soriano. Azcárraga regaló la mitad de los cuadros a museos y ese justamente lo donó al Museo de Arte Moderno”.
En Bellas Artes, las cenizas de Coronel Arroyo, custodiadas por su hijo, así como por el gobernador de Zacatecas, Alejandro Tello, y la secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto, fueron despedidas con La marcha de Zacatecas.
CLAVES
ARCHIVO
Desde 1975 Juan Coronel Rivera empezó a realizar un archivo de la obra de su padre, quien fue un artista muy productivo.
IMÁGENES
En los años 80 empezó a fotografiar todas las obras que pudo localizar, por lo que calcula que tiene unas 2 mil imágenes.
CATÁLOGO
Descarta realizar un catálogo razonado de Rafael Coronel porque pintó muchos cuadros y el trabajo llevaría muchos años.
CINÉFILO
Al artista zacatecano le gustaba tanto el cine que coleccionaba películas; en su casa debe haber por lo menos unas mil cintas.