Artes escénicas y covid-19 (UDG) /I

Crítica

Del 19 al 21 de mayo se realizaron tres encuentros virtuales con 12 artistas jaliscienses para analizar la afectación, aprendizajes y futuro de las artes escénicas en la “nueva normalidad”.

El acierto de Cultura UDG ha sido dar un paso al frente desde el mes de abril, implementando el programa Cultura y Salud. (Especial)
Jaime Chabaud Magnus
Ciudad de México /

Cultura UDG se ha dado a la tarea en los meses recientes de cierre de las actividades artísticas presenciales a tomar el pulso del impacto de la pandemia en el ecosistema cultural. Del 19 al 21 de mayo se realizaron tres encuentros virtuales con 12 artistas jaliscienses para analizar la afectación, aprendizajes y futuro de las artes escénicas en la “nueva normalidad” y el resultado es un documento que igual puede aplicarse para el país entero o bien para las realidades latinoamericanas que, valga decirlo, sostienen con México modelos de producción con similitudes y diferencias profundas. Es pues, un estupendo instrumento pues, haciéndose cargo de lo evidente que nos empantana en la queja y en la precariedad absoluta de los gremios artísticos, pretende convertirse en plataforma de pensamiento no solo para repensar las artes escénicas y los modos de producción, sino también un sacudirse inercias que no han permitido que los artistas tengan otro tipo de relación con los públicos.

El secretario de Vinculación y Difusión Cultural de la UDG, Igor Lozada, había ya previsto cinco acciones como eje ante la emergencia sanitaria: 1) Programación digital y creación de nuevas ventanas; 2) Apoyo a los artistas afectados por la emergencia sanitaria; 3) Fondo de Apoyo Emergente para las Artes Covid-19; 4) Generación y programación de contenidos culturales para el fomento a la salud, y 5) Análisis para el fortalecimiento del ecosistema cultural. Estas acciones se engloban en lo que nos parece un innovador programa: Cultura y Salud. El nombre, si bien no parece novedoso, lo que lo es en el marco de las políticas públicas erráticas y de devastación del equilibrio precario de los gremios culturales, poner en el centro de la atención pública la utilidad del arte más allá del puro disfrute estético, es muy prometedor. El teatro, desde que lo es, ha cumplido múltiples tareas utilitarias, desde evangelizar, educar (anticoncepción, adicciones, temas del campo, etc.), ideologizar y un sinnúmero de funciones.

CODA

CÓMO RESARCIR A LOS ARTISTAS

El acierto de Cultura UDG ha sido dar un paso al frente desde el mes de abril, implementando el programa Cultura y Salud, al tiempo que desde mayo ya estaba no solo realizando las mesas que hemos de analizar en otra entrega. También se ocupaba ya de cómo resarcir a los grupos escénicos con cancelaciones en sus espacios.


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