Frikiplaza: origen e historia de la emblemática plaza

La comunidad 'friki' de la Ciudad de México tiene en el número 9 de Eje Central su gran punto de reunión: la Frikiplaza. Conoce más de este sitió que lleva activo desde el 2003.

El 'cosplay' es una de las actividades más comunes en el sitio (Cuartoscuro).
Ciudad de México /

Aunque ahora, debido a la pandemia de coronavirus, el número 9 de la avenida Eje Central está cerrado, en sus días activo este sitio congrega a cientos de personas, en su mayoría jóvenes, que tienen el afán de entretenerse. Y es que el recinto de cuatro pisos tiene un público cautivo que para mucha gente entra en la categoría de friki, lo que ha originado que el lugar sea conocido de la misma forma: Frikiplaza.

Aprovechando que este día se conmemora el Orgullo Friki gracias a una iniciativa en 2006 del bloguero Germán Martínez, que en ese año realizó una serie de eventos y celebraciones en toda España para reconocer y entretener a las personas que gustan de los videojuegos, cómics, mangas y películas, entre otros elementos, vale la pena adentrarse en el origen y características de la Frikiplaza.

La plaza abrió en 2003 con el nombre de Bazar del Entretenimiento y el Videojuego y desde sus comienzos fue atrayendo a esos que, según la RAE, resultan "extravagantes, raros y excéntricos", además de practicantes "desmesurados de una afición": los frikis.

Productos en los locales de la 'Frikiplaza'

El sitio empezó con el objetivo de proveer ciertos productos a una comunidad interesada en el entretenimiento y la cultura asiática. Paulatinamente, este interés comercial se volcó en un punto de reunión; además de funcionar para la compra-venta, el Bazar se fue convirtiendo en un espacio idóneo para la convivencia entre personas con gustos afines, que en otros espacios no tendrían buena aceptación (por prejuicios, nulas condiciones estructurales, desconocimiento del tema, entre otros motivos).

Anime, videojuegos y cómics fueron los elementos que desde el principio han cimentado la oferta comercial y cultural de la Frikiplaza, pero poco a poco se han ido agregando o cobrando fuerza otros aspectos, tal es el caso del K-Pop, una corriente musical originaria de Corea del Sur, o el cosplay, una actividad que consiste en, a través de disfraces comprados o hechos a mano (esta característica le añade más valor), representar a un personaje de algún videojuego, película, cómic o manga.

Actualmente las actividades recreativas que ofrece la Frikiplaza son variadas: desde concursos de coreografías para grupos de baile gustosos del K-Pop, hasta torneos de videojuegos para formar futuros gamers, pasando por duelos de cartas al estilo Yu-Gi-Oh! y las ya tradicionales competencias de cosplay. Todo esto junto a una zona de comida donde prevalece la gastronomía asiática. 

Además, la inclusión de comunidades alternativas que comienzan a desarrollarse en México, como las Gothic Lolita, chicas que se visten con ropa victoriana para imitar el aspecto de las muñecas de porcelana, o los Furros, una subcultura interesada en la ficción de personajes animales antropomórficos, también es un aspecto que destaca en el lugar.

Por eso la Frikiplaza, que hoy en día cuenta con más de 250 locales en donde se pueden encontrar consolas del pasado como el Atari, disfraces de personajes de The King of Fighters, series de manga asiáticos como Beastars, cómics de DC o Marvel y música de bandas como Super Junior y BTS, es un sitio importante para el desarrollo social y cultural de la capital; su amplia gama de gustos, ideologías y muestras culturales la hacen, además de friki, un estandarte de tolerancia.  

YHC

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