“Una persona agradecida”, así se define Dafne Almazán Anaya, célebre por obtener su título profesional de psicóloga a los 13 años y tener dos certificaciones profesionales en la Universidad de Harvard. Ahora, a sus 17, está enfocada en crear estrategias para ayudar a que más niños genio desarrollen sus capacidades.
A pesar de la edad, la joven mexicana tiene interesantes planes para su educación: quiere terminar su segunda maestría en Enseñanza de las Matemáticas, también en Harvard, concluir una licenciatura en Derecho y hacer un doctorado para especializarse y aplicar todo lo aprendido para apoyar a más niños mexicanos.
Su hermano Andrew fue su inspiración para estudiar psicología, pero fue hasta que su padre, Asdrúbal Almazán, creó el Centro de Atención al Talento (Cedat) cuando se decidió por esa profesión. “Ahora podré ayudar a los niños superdotados cuando llegan con problemas de que quieren suicidarse por el rechazo que sufren”.
Si no hubieras sido psicóloga, ¿qué hubieras estudiado?
Derecho. De hecho, lo estoy estudiando. Me hubiera gustado como primera carrera, pero ahorita tengo el tiempo para hacerlo. Y también quiero incursionar en el área de las matemáticas.
¿Cómo describirías tu infancia?
Considero que fue muy feliz. No estudié en un sistema escolarizado; conviví con otros niños superdotados y siempre tuve el apoyo de mis papás, siempre fui feliz. Fui creciendo y sigo teniendo esa felicidad. Eso es lo que busco en otros niños, que desde pequeños no tengan que sufrir hasta que sus padres detecten sus capacidades de superdotados. Aun cuando son genios, merecen tener una infancia feliz.
¿Te gustaba ver televisión?
Desde que estábamos pequeños mis papás quitaron la televisión porque pensaron que podría afectarnos en varias áreas; nosotros veíamos películas o documentales. La diferencia era más en los temas de interés.
¿Cómo fue tu experiencia en Harvard?
Empecé en enero. De hecho, fui a hacer una materia allá y acabo de regresar. Estoy muy feliz porque fue una experiencia totalmente nueva. Sí fue difícil adaptarse a las materias, pero creo que aprenderé mucho y todo eso lo voy a aplicar aquí en México.
Tras ser reconocida en los medios como la psicóloga más joven del mundo, ¿cómo manejaste esta situación?
Al principio me infarté, fue como: ¡Guau!, por todo el reconocimiento. Primero agradecí a Dios por darme esa oportunidad y darme el don, y también agradecí a mi familia porque no solo fue mi esfuerzo, fue un trabajo en equipo: mis papás, las universidades, los maestros. Creo que más casos se pueden dar si la sociedad trabaja en equipo.
Entonces, ¿te consideras una persona religiosa?
No religiosa, pero soy cristiana. De hecho, hace tres años tomé la decisión de seguir y darle mi vida a Cristo; que todo lo que haga sea para él. Entonces, para mí, más que religiosidad, es una forma de vivir.
¿Qué películas te gustan?
Ahorita me gustan mucho los documentales, pero también la parte de los superhéroes, más los X-Men, porque me identifico en la parte de que tenemos el centro de atención.
¿Cuál es tu libro favorito?
Hace poco terminé de leer 1984, de George Orwell. Me gustó mucho porque habla sobre un mundo distópico en el que ya no se permite a las personas pensar; había una persona que dirigía todo. Ahí te das cuenta cómo alguien puede controlar la sociedad y cómo las personas se van rebelando. Me gusta imaginar cómo viviría en un mundo así o cómo cambiarlo si nos enfrentáramos a lo mismo .
¿Qué haces en tu tiempo libre?
Me gusta mucho hacer ejercicio, entreno taekwondo y kendo, que son parte de las artes marciales. También me gusta mucho lo artístico, toco el violín, guitarra, piano y canto. A parte de todo eso, me gusta convivir con mi familia, ver películas, leer libros y salir con mis amigos.
Normalmente, ¿dónde se divierte una niña genio?
Bueno, vamos a ver películas o de compras, cosas así. Nada del otro mundo.
¿Cuál es el deporte que más te gusta y por qué?
Me gusta mucho el taekwondo. Debo decir que mi papá fue maestro cuando era joven y ganó muchas medallas. Me interesó por la disciplina que se necesita, siento que me ayudó desde pequeña a que yo tuviera una disciplina: si empiezo algo, lo tengo que terminar y eso es igual en la vida. Yo ocupo todo lo que aprendo en mi vida.