Cómo ser Bill Murray descubre a un personaje divertido, impredecible, cuya manera de ser ha propiciado disparatados rumores. Le gusta bromear con desconocidos, aparecer donde menos se le espera, cantar en un karaoke en la madrugada, viajar a todas partes. Ha filmado 59 películas, de todo tipo; ha hecho papeles insignificantes y protagónicos taquilleros como el del doctor Peter Venkman en Los Cazafantasmas.
William James Murray nació el 21 de septiembre de 1950 en un barrio de Chicago; fue el quinto de nueve hermanos. Su padre murió cuando Bill tenía 17 años. En su familia escaseaba el dinero y él se dedicó al negocio de la venta de marihuana, pero fue arrestado y al salir en libertad condicional tuvo que aplicarse en otra cosa. De esta manera, llegó al teatro y tiempo después, en 1977, ingresó al elenco del legendario Saturday Night Live.
Cómo ser Bill Murray es un libro del periodista Gavin Edwards, publicado por la editorial Blackie Books. Es un testimonio de admiración, el recuento preciso de la carrera de un actor propenso a los retos, a la aventura, que tiene entre sus éxitos Atrapado en el tiempo, en donde interpreta a un meteorólogo que acude a un pequeño pueblo a cubrir para la televisión el festival del Día de la Marmota, sin saber que eso cambiará su vida.
Con base en una amplia investigación documental, conversaciones con sus colegas, amigos y el propio Bill, Edwards construye una narración interesante sobre un personaje que disfruta vivir al límite, que es temperamental y generoso, y que logra uno de sus mejores trabajos en Academia Rushmore, de Wes Anderson, en la que da vida a un millonario enganchado en un matrimonio infeliz, con dos hijos por los que siente un profundo desapego.
En su carrera, Murray ha actuado en una gran cantidad de papeles secundarios; en todos —dice Edwards— “brilla la inefable chispa de su carácter”. Así sucede, por ejemplo, en Tootsie, donde la hace de dramaturgo y compañero de piso de Dustin Hoffman; o en Ed Wood, donde interpreta al hijo gay de una familia de la alta sociedad… Así sucede siempre, porque uno de los principios que guían su vida es que todo representa una oportunidad.
Fanático de Elvis Presley, pero sobre todo de los Cubs de Chicago, Bill Murray ha desarrollado una particular filosofía que enfatiza su deseo de unir a la gente, de hacer cosas útiles, de tomar la vida como una diversión, como una oportunidad. Quizá por eso dice que su película favorita de las que ha filmado es Lost in Translation, de Sofia Coppola, donde interpreta a una estrella venida a menos que se enamora de la bellísima Scarlett Johansson.
Cómo ser Bill Murray reúne anécdotas, frases, testimonios, curiosidades de la vida y la carrera de un personaje que se niega a tomarse en serio.