“Me emociona explorar nuevos escenarios”: Javier Camarena

A tres semanas de su llegada a México para celebrar 20 años de trayectoria artística, el tenor Javier Camarena (Xalapa, 1976) habla con MILENIO acerca de los recuerdos relacionados con su debut en el Palacio de Bellas Artes, de los escenarios que lo han marcado, de cuál es su ópera favorita, y del papel juega su familia en su exitosa carrera.

La primera presentación de Camarena tendrá lugar el 3 de abril en Querétaro con la Orquesta Filarmónica del estado, dirigida por el maestro Enrique Patrón de Rueda, con quien hizo su debut en el Palacio de Bellas Artes en 2004 con La hija del regimiento.

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“Celebrar estos 20 años con el público en México y especialmente con el maestro Patrón de Rueda, es algo muy significativo y emotivo para mí, porque le tengo un cariño y una gratitud enorme. Me da muchísimo gusto que haya aceptado la invitación y tenido el tiempo para acompañarme en este concierto”, dice el tenor veracruzano, quien no deja de cosechar triunfos en el mundo.

Camarena, reconocido en 2020 por la organización International Opera Awards como Cantante Masculino del Año, continuará sus actuaciones el 5 de abril en el Teatro Bicentenario de Guanajuato (donde estará acompañado al piano por el maestro Ángel Rodríguez), el 10 en el Teatro Plácido Domingo del Conjunto Santander en Jalisco y el cierre será el 13 de abril con broche de oro en el Palacio de Bellas Artes.

¿Cómo se siente al volver a su país y compartir esta celebración con su público?

Muy feliz, muy, muy contento. El año pasado no pude celebrar por cuestiones de calendario, fue realmente imposible para mí poder organizar esta serie de conciertos, así que la verdad, me llena de muchísima alegría poder compartir con el público estas cuatro fechas en México.

"Después de esta gira tengo conciertos programados en Abu Dhabi, Tokio, Taipéi, Shenzhen, Málaga, Pamplona y Buenos Aires, y realmente estoy emocionado de seguir explorando nuevos escenarios y colaboraciones artísticas".

¿Qué le inspira a seguir cantando después de 20 años?

Principalmente es el mismo amor por la música y por el canto, porque sigo encontrando en la ópera y en las canciones que puedo cantar de diferentes compositores en nuestra música mexicana, un medio de comunicación entre mi alma y el mundo, eso sigue siendo hasta la fecha uno de los principales motores.

¿Cuál ha sido el momento más destacado de su carrera?

Es muy complicada la pregunta porque no podría solamente escoger uno, hay tantos: mi debut en el Palacio de Bellas Artes en 2004, mi debut en la ópera de Zurich que me abrió las puertas de Europa en 2007. Obviamente el del Teatro Metropolitano de Nueva York, en 2011. Tantas y tantas noches. La función final de Los puritanos, de Vicenzio Bellini, en el Teatro Liceu de Barcelona, en 2018, me parece. Otro debut en el Teatro Real en 2014 con La hija del regimiento. La función extraordinaria y maravillosa en la que todos creo, estuvimos en el escenario pletóricos, en el Teatro Metropolitano de Nueva York con La hija del regimiento, de 2019. En fin, gracias, gracias a Dios han sido muchas de esas noches increíbles.

¿Qué papel tiene su familia en su carrera como tenor?

Mi familia es la bendición más grande que tengo y que amo. Cantar, además de ser mi pasión, me permite darle sustento. Yo no sería quien soy si no fuera por ellos, han sido el motor principal toda mi vida, de todo mi quehacer artístico. Entonces el apoyo de mi esposa Marisol y la comprensión de mis hijos Diana y Braulio son fundamentales porque obviamente no es fácil estar separados tanto tiempo. Mi familia le da paz a mi alma y a mi corazón, pues me apoyan para hacer ese trabajo.

"También mi mamá, Yolanda, por supuesto, en todo el inicio de mi carrera y bueno hasta la fecha, ha sido obviamente la base de todo".

La familia cuenta con dos integrantes más: el perrito Mozart, que es muy lindo y entendido, y la gatita Kiki, que le costó casi un año aceptar a su amigo peludo.

Recientemente tuvo presentaciones exitosas en el Liceu de Barcelona y en el Teatro San Carlo de Nápoles, ¿qué puede compartir?

Gracias a Dios ha sido así, son dos óperas que están conformando mi repertorio actual con dos personajes, prácticamente opuestos en su forma de concebir el amor que es el tema principal. Uno es Alfredo de La Traviata y el otro es Romeo, de Romeo y Julieta, la verdad es que me siento afortunado de tener esa posibilidad de compartir el escenario con una persona a la que quiero y que admiro profundamente, que es la soprano estadunidense Nadine Sierra.

Hoy por hoy, Romeo es mi personaje, en tanto que Romeo y Julieta es mi ópera favorita. Estoy muy contento porque significó además mi debut en San Carlo de Nápoles, el primer teatro de ópera en la historia de Italia que data de 1737. Pude estar en ese escenario que de 1737 a 2025 jamás se había presentado Romeo y Julieta, de Charles Gounod. Me tocó ser parte de ese elenco que cantó por primera vez esa ópera en ese teatro, por lo que ha sido algo muy especial.

¿Por qué es su ópera favorita?

Es muy difícil por la extensión, es un rol muy largo, por lo que es muy demandante emocionalmente y todo eso me encanta, porque su dificultad radica en el compromiso emocional que hay con el personaje. Pero todas y cada una de las notas que tengo que cantar en ese rol son bellísimas así como todos los dúos, los ensambles, todas las partes.

"El desarrollo que va teniendo el personaje individualmente y en pareja, tal cual está planteado en la ópera de Gounod, es para mí glorioso y por eso me encanta y me conmueve al llegar al trágico final en el que ambos personajes mueren".

BSMM