La editorial argentina Caja Negra reunió 26 relatos de Ed Wood, la mayoría escritos entre 1970 y 1974, en el libro La sangre se esparce rápidamente. En ellos están sus obsesiones, como el travestismo en el cuento que da título al volumen y que también aparece en sus filmes y en su propia vida, pues solía vestirse de mujer, como lo evidencia la película biográfica dirigida por Tim Burton y protagonizada por Johnny Depp.
“La mayor parte de sus relatos —explica Bob Blackburn en la introducción— toma elementos del género del terror, los westerns, los policiales y lo macabro, como casi todas sus películas”. En el cine, al principio, para crear sus historias contó con la colaboración de Bela Lugosi, con quien trabajó en películas como Glenda y La novia del monstruo; en sus cuentos, publicados en revistas eróticas, no tuvo más aliado que su imaginación febril.
En la introducción, Blackburn recorre la vida de Ed Wood, quien nació el 10 de octubre de 1924 en el estado de Nueva York y murió, pobre y olvidado, el 10 de diciembre de 1978 en Hollywood. Escribió guiones, novelas, cuentos. Fue sobre todo un amante del cine en el que hilvanó fracaso tras fracaso mientras su alcoholismo aumentaba y las puertas de los productores se le cerraban.
“No hay ateos en la tumba”, “La estrella del sexo”, “El día que la momia regresó”, son títulos de algunos de sus alucinantes cuentos; en ellos aparecen lo mismo vaqueras lesbianas que escenas de sadomasoquismo, hechos insólitos como los que caracterizan su filmografía, en la que destaca Plan 9 del espacio exterior, en la que un grupo de extraterrestres intenta convertir cadáveres de humanos en zombis asesinos para exterminar a la especie más violenta de la galaxia, la nuestra.
Desde 1968, Ed Wood escribió cuentos y artículos para revistas eróticas, lo hacía de prisa, mientras bebía vodka de un termo que llevaba al trabajo; “al final —escribe Blackburn— quedaba borrachísimo”. Por eso su editor lo despidió y recontrató varias veces, hasta que ya no pudo más con su forma de beber y lo corrió de manera definitiva. Comenzó entonces el calvario de la miseria extrema junto con su esposa Kathy O’Hara, su compañera desde 1956 y hasta el domingo 10 de diciembre de 1978, cuando el director de Los años violentos murió de un ataque al corazón.
En 1980 los hermanos Harry y Michael Medved publicaron una historia del cine en la que nombraron a Ed Wood “El peor director de todos los tiempos”. Entonces, paradójicamente, comenzó su resurrección; en los campus universitarios se multiplicaron sus devotos y en 1994 Tim Burton decidió hacer una película sobre él. Ahora Ed Wood es un cineasta de culto, una leyenda de Hollywood.