Eduardo Matos Moctezuma (1940) reconoce que el libro Dioses, tumbas y sabios le cambió la vida en la preparatoria y lo llevó por el camino de la arqueología.
Hoy es uno de los investigadores más reconocidos en el estudio del México prehispánico. Hace días, el Seminario de Cultura Mexicana lo designó miembro emérito, en reconocimiento a “su extraordinaria labor en pro de la cultura de México”.
Matos Moctezuma fue invitado por Carlos Marín a su programa de MILENIO Televisión, El asalto a la razón, para hablar sobre la llegada de Hernán Cortés y la Conquista. Lo que iba a ser una emisión se extendió a cuatro programas por la diversidad y riqueza de la temática.
El investigador emérito del INAH, a quien no le interesa demostrar ser descendiente de Moctezuma II, aclaró que: “Cortés decidió encallar las naves y no quemarlas”. Afirmó también que “la Malinche o doña Marina, tras ser bautizada, nunca fue una traidora, pues no era mexica. Al igual que los totonacas, que recibieron bien a los españoles, y los tlaxcaltecas, porque ellos no querían ser conquistados por los mexicas y que les impusieran un tributo”.
Marín le preguntó que si como un Moctezuma le hubiese gustado haber vivido en esa época donde se practicaba el sacrificio. “Sí, para sacrificar a uno que otro político —respondió con una carcajada—. El hecho del sacrificio lleva toda una implicación de biofilia (conexión con la naturaleza) no de necrofilia (muerte). El sacrificio era para alimentar al dios del sol, Huitzilopochtli, con la intención de que no detuviera su andar, porque, de lo contrario, todos morirían”.
SIN PEDIR PERDÓN
Ante el tema de las disculpas que exige el presidente Andrés Manuel López Obrador al rey de España y al papa por el tema de la Conquista, Marín le preguntó al arqueólogo: “¿Qué pasa con las disculpas, qué con los rencores, qué con los agravios de los mexicanos frente a los españoles?”.
El experto contestó que “la guerra de Conquista de 1519 a 1521 fue terrible, desde donde se vea, por todas las brutalidades. Luego vino la Colonia con sus aspectos positivos y negativos, pero con la Guerra de Independencia México se libera de España, y ocurre que de 1821 a 1836 se entablan relaciones entre la naciente República, México y la monarquía en España.
“Desde ese momento hay, digamos, un entendimiento, un acuerdo en el que algunos fueron vencidos; sin embargo, cada quien manda sus embajadores a sus respectivos países. También hay que asumir que los grupos indígenas sobreviven, que hay más de 68 lenguas —algunas a punto de desaparecer, lo cual sería una desgracia—, pero está la presencia indígena que son más de 10 millones de personas”.
MOTIVOS DE LA DERROTA
La interrogante de cómo fue posible que 800 o mil españoles vencieran a miles y a miles de mexicas también la respondió Matos Moctezuma, cuyo nombre le fue puesto a una cátedra de la Universidad de Harvard. Aclaró que eran miles y miles los enemigos de Tenochtitlan que querían liberarse de ese yugo impositivo del tributo, entonces se unieron a Hernán Cortés.
El investigador agregó que ha analizado los motivos posibles de la derrota de Tenochtitlan y Tlatelolco. “Primero: el psicológico, pues intervinieron una serie de presagios sobre la desaparición del reino mexica. Además, del lado mexica perdieron a sus principales tlatoanis: a Moctezuma y a Cuitláhuac, quienes eran los jefes del ejército y los grandes sumos sacerdotes. Del lado español eso no sucedió.
“Asimismo, está la razón económica, ya que el tributo impuesto por los mexicas provocó que los totonacas y tlaxcaltecas se unieran contra Tenochtitlan. La militar es otra de las causales, mientras los españoles tenían la tarea de ir a matar al mayor número de enemigos, los mexicas no, querían tomar prisioneros para el sacrificio”.
Y ADEMÁS
MUERTE DE UN TLATOANI
Matos Moctezuma se refirió a las teorías sobre quién mató a Moctezuma. “La versión española dice que, estando preso en el Palacio de Axayácatl, asoman a Moctezuma para que calme a las tropas mexicas, pero como ya habían nombrado a Cuitláhuac, le lanzan piedras y lo matan”.
“La versión indígena señala que lo asesinaron adentro del palacio y le atribuyen esa muerte a Pedro de Alvarado. Yo me inclino por esta última versión porque ya no les era útil”.
En cuanto a la muerte de Cuauhtémoc, el investigador afirma que éste le pidió a Cortés que con su puñal lo sacrificara, porque el destino del guerrero era morir en el sacrificio si era capturado.