¿Cómo fijar o atrapar o visualmente la agonía, ese momento en que la vida sabe por fin que ya no podrá eludir más a la muerte? ¿Cómo hacer de ella el epicentro de una apasionada reflexión? Y, sobre todo, ¿qué esperar una vez que se haga presente? A estas preguntas difíciles y tentadoras da respuesta Marina Azahua en su novela Archivo agonía (Sexto Piso), de la que emana, entre la complicidad intelectual y el amor y el duelo, un justo sentimiento trágico de la existencia humana.
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Con un orden epistolar —aunque no hablamos de un intercambio sino tan solo de una voz, la de Raquel Sánchez, o R., quien se dirige a un viejo conocido, un editor—, Archivo agonía es una obra enigmática, con una alta conciencia de los detalles, que sabe estimular nuestra incomodidad por la refinada ambigüedad psicológica con la que traza a sus personajes. Así que R. envía cartas manuscritas —y suplicantes y por momentos salpicadas de demandas— a Gabriel Fonseca. ¿Su propósito, el único? La publicación de algunos fragmentos de la obra inconclusa de Edith Vogelstein, su pareja, quien acaba de morir.
Esas cartas prescinden de toda cortesía; son, sin dobleces, extensas y concluyentes descripciones y reflexiones ensayísticas, y no dejan de sonar a un canto elegiaco que se prolonga más allá de la página impresa. Describen y reflexionan, y en ello radica la invencible originalidad de Archivo agonía, sobre una serie de cuadernos —canarios, las llama Edith— compuestos por imágenes distorsionadas, intervenidas, provenientes de la prensa escrita y aun de libros y catálogos, que pretenden inmovilizar el pasmo frente “a la imposibilidad de seguir vivo”. Como si se tratara de un ejercicio macabro destinado a un espectador solitario, coleccionan miradas y cuerpos contorsionados y gestos dolientes o tomados por sorpresa que remiten a una plaza de Vietnam o a la prisión de Sing Sing o a Ciudad Juárez en tiempos de la Revolución o a Saipán en 1994 o a... Una pregunta ronda mientras Marina Azahua nos precipita en su torbellino: ¿conseguirá R. su ambiciosa despedida?
Archivo agonía perfila una realidad tan extrema que por eso mismo nos parece tan sorprendentemente irreal.
Archivo agonía
Marina Azahua | Sexto Piso | México, 2024
AQ