Con el rock en una pipa

A fuego lento

'Crónicas de una realidad alterada', de Rogelio Garza, reúne una serie de relatos atravesados por el rock y la nostalgia.

Portada de 'Crónicas de una realidad alterada'. (Editorial Gato Blanco)
Roberto Pliego
Ciudad de México /

El rock es el protagonista de Crónicas de una realidad alterada (Editorial Gato Blanco), pero no está solo. Disfruta la compañía de la mariguana y los ajos, la bicicleta, los ángeles demoniacos de la noche y cierto aire nostálgico. No es un libro que abjure del pecado porque se deja mecer por la celebración y la pasión. También es una máquina del tiempo capaz de transportarnos desde la remota década de 1980 hasta nuestros días para luego meter otra vez reversa y lanzarse en picada hacia los años maravillosos del primer arrobo electrónico.

Que abra con el concierto de los Ramones, el 26 de septiembre de 1992, en el ex balneario de Pantitlán, y cierre con el pandemonio de The Brian Jonestown Massacre en la Cervecería Hércules en Querétaro, el 3 de noviembre de 2023, dice mucho de los gustos de Rogelio Garza: nada de escalofríos sino godzillas tectónicos de 8.7 grados en la escala de Richter. O como leemos: del autoaniquilamiento al ritual de animadversión contra todo el mundo y sus creaciones, menos la música.

Hay ojos y oídos para Kiss viajando en limusina e invocando a la locura en el Periférico, para Patti Smith declamando y pulsando una guitarra bajo la llovizna en el Lago de Chapultepec, para Fu Manchu estrellándose como un meteorito en un campo lodoso de Huixquilucan. Pero también hay lugar para la crónica autobiográfica que se revuelve contra la estrechez de quien solo quiere mirarse el ombligo y, en cambio, tiene resonancias, si no nacionales, al menos sobrepobladamente locales: la Ciudad de México y Satélite (pista de aterrizaje y hogar de Rogelio Garza).

Cuando pisa terrenos musicales, Rogelio Garza se disuelve en la corriente de sus héroes y martirologios; se disuelve y entonces se convierte en uno con estos. Pero cuando mira hacia su familia (y sus guerras religiosas), sus vecinos (y sus noches con altavoces y Peso Pluma), sus paseos (y los circuitos ciclistas sin orden ni consuelo), adquiere las maneras de un observador que mantiene el espíritu ardiente y la cabeza fría. ¿Mr. Hyde y Jekyll? No, claro que no. En lugar de contraponerse, esas dos actitudes desembocan en el único y poderoso mar de historias que hacen resonar aquello “que se mueve y evoluciona sin importarle nuestros gustos y prejuicios”.

Crónicas de una realidad alterada

Rogelio Garza | Editorial Gato Blanco | México | 2024

AQ

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.