El intercambio | Un cuento navideño de Atenea Cruz

Ficción

Un ritual navideño podría solucionar la vida frágil de quien escribe este diario.

La verdad es que cuida bien la casa, aunque me ha mordido y no se deja vacunar. (Mixkit)
Atenea Cruz
Ciudad de México /

22 de octubre

Querido diario:

La vida vale la pena por las películas. Ojalá pudiera meterme en una, como en La rosa púrpura del Cairo. Yo sí me quedaría dentro. Odio mi vida. Odio a mi papá.


31 de octubre

Mi tía nos llevó a la cineteca al maratón de Halloween, era de 24 horas, pero solo vimos The Skeleton Key. Se trata de una muchacha que estudia para enfermera y trabaja cuidando viejitos, pero le hacen vudú. Me gustó mucho.


6 de noviembre

En la tarde se pelearon mis papás. Abdiel quiso defender a mamá, pero papá le metió un puñetazo en el estómago que lo dejó tirado. Yo me encerré en el baño. Me da vergüenza ser tan cobarde.


15 de noviembre

Hoy pasaron Viernes de locos en el canal 7. Estaría bueno poner a papá en mi cuerpo y pegarle para que viera lo que se siente. En la noche que llegó de trabajar le gritó a mamá porque me sirvió la cena antes que a él: dice que tiene preferencias, que le arruinó la vida cuando salió embarazada de mí, que somos unos parásitos. Lo odio.


17 de noviembre

Hoy acompañé a mamá a la Cruz Roja porque papá la aventó contra la pared y le quebró un brazo. Me dio coraje que ella dijera que se había caído. La enfermera no le creyó. Cuando nos quedamos a solas le dije que nos fuéramos de la casa, Abdiel y yo podemos trabajar. Ella se puso a llorar. Me hizo prometerle que no voy a dejar de estudiar. Pero no pienso aguantar más años así.


30 de noviembre

Estuve investigando y creo que di con la solución. No sé si funcione, pero nada se pierde con intentar, excepto dinero. Definitivamente no me alcanza con lo que tengo ahorrado de las tareas que vendo.


14 de diciembre

Hoy fuimos a casa de la abuela para ponernos de acuerdo para la cena navideña. Papá dijo que no nos iba a dejar participar, que mi tía nos da regalos solo para humillarlo, que la Navidad sin dinero vale madre, que las fiestas familiares son pura hipocresía. Lo que no sabe es que al menos yo sí haré un intercambio.


20 de diciembre

Compré dulces y cigarros para vender entre mis compañeros, me fue bien hasta que el maestro de mate me los confiscó. Comoquiera ya me alcanza. Mañana voy a faltar a clases para ir al mercado.


24 de diciembre

Hoy es el gran día. No tuve tiempo de practicar más que con los perros de mi tía; la primera vez no pasó nada, la segunda salió bien. Ojalá funcione con personas.


25 de diciembre

Hice el ritual mientras pedían posada. Casi al final me paré en seco porque todos empezaron a gritar. Pasamos la madrugada del 25 en la Cruz Roja: a papá le dio una embolia que casi lo mata. Creo que me equivoqué en algo. A lo mejor no debí usar a Lucky para el cambio.


1 de enero

Siento que este Año Nuevo traerá cosas buenas. Como papá sigue siendo igual, mamá lo mandó a vivir a la azotea. La verdad es que cuida bien la casa, aunque me ha mordido y no se deja vacunar. Lo malo es que también hay que cuidar su antiguo cuerpo: se la pasa dormido, no habla y a veces, cuando lo alimentamos, nos muerde. Ya estoy pensando cómo solucionarlo.

Atenea Cruz
Narradora y poeta. Premio Nacional de Cuento Fantástico y de Ciencia Ficción 2017. <br>

​ÁSS

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