Milenio logo

Muertes de caramelo

Libros | A fuego lento

En ‘Lecciones de gramática para escribir una nota suicida’, de Ilallalí Hernández, una mujer explora los cuadernos y apuntes de una psicoanalista a quien no conoció y murió por sobredosis antes de ser molida por el cáncer.

Roberto Pliego
Ciudad de México /

Es necesario insistir: las escuelas dinámicas de escritores o talleres experimentales de escritura o como prefieran llamarse tantas logias que producen autores de libros —solo eso— y no escritores pueden satisfacer las necesidades —y aun los gustos— de las grandes y pequeñas editoriales pero en reducidas ocasiones conducen más allá de las trilladas convenciones que exhiben las mesas de novedades.

Detalle de Lili en el calor de verano, Por Gerda Wegener. (Wikimedia Commons)
Detalle de Lili en el calor de verano, Por Gerda Wegener. (Wikimedia Commons)

Uno acomete, por ejemplo, la lectura de Lecciones de gramática para escribir una nota suicida (Malpaso), la novela debutante de Ilallalí Hernández, y con qué tropieza: con una criatura modelada en esas escuelas o talleres, un exabrupto cuya escritura neutra, casi sonámbula, puede encontrarse lo mismo en un tratado de psicología que en un recetario de cocina.

A partir de una cadena de azares tras la muerte —en un accidente automovilístico— de sus padres, la narradora inicia una desordenada exploración, con todas las trazas del fisgoneo, de los cuadernos y apuntes de una psicoanalista a quien no conoció y murió por sobredosis antes de ser finalmente molida por el cáncer. Esos cuadernos contienen las transcripciones de algunas notas suicidas. Así, lo que empieza como curiosidad se vuelca hacia la obsesión.

Hemos de creer que la narradora —Malena— concede a las palabras de rendición o arrepentimiento o despedida una importancia que trasciende su significado evidente, pero qué decir cuando escribe: “habló del deplorable estado de los baches de la ciudad” (¿acaso tienen un estado inmejorable?) o “Mis padres no previeron ese accidente” (¿es posible prever la mala fortuna?). Curioso: la narradora, muy atenta a las enseñanzas lacanianas, asegura guiarse por el eco de las palabras como revelación, pero solo atina a servirse de ellas para ofrecernos mensajes edificantes como este: “La vida nos une con gente que encarna nuestras pequeñas tragedias, también nos permite encontrar ahí un interlocutor”.

Lecciones de gramática para escribir una nota suicida trata, a pesar de todo, del duelo, de la muerte, del suicidio. Digo a pesar de todo porque esos grandes asuntos están ahí, pero Ilallalí Hernández no alcanza las profundidades más escalofriantemente abisales. En lugar de encandilarse con el brillo de la cómoda normalidad habría adoptado la voz que se vuelve contra sí misma en el desierto.

Lecciones de gramática para escribir una nota suicida

Ilallalí Hernández | Malpaso | México | 2024

AQ

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.