‘Los días animales’, un libro triste y extremo ‘in crescendo’

Libros | A fuego lento

Ganador del Premio Nacional de Narrativa Gerardo Cornejo Murrieta, Jorge Zúñiga muestra en cuatro relatos la expansión de los pequeños rencores acumulados.

Portada de 'Los días animales', de Jorge Zúñiga. (Cortesía: Paraíso Perdido)
Roberto Pliego
Ciudad de Mexico /

A Jorge Zúñiga, quien había debutado con una novela negra, le bastaron cuatro relatos para componer un libro vertiginoso y autosuficiente: Los días animales (Paraíso Perdido). Puede decirse que todo su interés está puesto en la familia y en las pulsiones autodestructivas de sus miembros, una pequeña corte de inadaptados a pesar, o quizá por eso mismo, de la irrelevancia de sus vidas. Suelen presentarse sin motivos para amargarse la existencia, y la de los otros, pero a medida que toman forma ante nuestros ojos van mostrando las heridas y cicatrices a las cuales se sienten malsanamente unidos.

Como mandaría el canon, los relatos exhiben un temperamento común, tanto que el segundo y el que da título al libro son piezas complementarias que se ajustan para llevar aún más lejos su propósito: mostrar la expansión de los pequeños rencores acumulados a lo largo de los años. Si “Nómadas” se mueve en la rutina del marido abandonado que vuelve a su departamento solo para recoger sus escasas posesiones, “Los días animales” transcurre en los años previos a la ruptura, cuando aún no han estallado las crueles batallas que pondrán fin a los vínculos amorosos. Son, ya decía, relatos complementarios, pero defienden su carácter independiente, sobre todo porque el narrador no solo es otro sino uno muy distinto en el tiempo.

La simpleza de la escritura no debería llamarnos a engaño. Jorge Zúñiga está más preocupado por el ritmo de las emociones, por los impulsos oscuros y opuestos abriéndose paso en la conducta y las palabras de los personajes, una ola in crescendo que termina por estallar en un final del que no podemos esperar ninguna respuesta. Nada parece ocurrir mientras iniciamos la lectura de cada relato hasta que un giro sutil anuncia una nueva perspectiva, ya sin contención válida, y las acciones se precipitan a gran velocidad, como en “Tripulantes”, cuando la paz entre hermanas concluye después de que intercambian una larga lista de agravios.

Los días animales es un libro triste y extremo, marcado por una desilusión intransigente. Ahí todo se desarrolla en ese punto de tensión entre dos seres ahora extraños, antes solidarios, resueltos a cobrar una deuda cuyo monto ha crecido a la par de su invalidez sentimental.

Los días animales

Jorge Zúñiga | Paraíso Perdido | México | 2020


AQ

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