Narcorrumbas, el polémico género andaluz que musicaliza las hazañas de los delincuentes

Café Madrid

Inspiradas en los narcocorridos, estas canciones resumen las historias de malhechores del Campo de Gibraltar, zona clave para el narcotráfico europeo.

Fotograma del video musical 'Contrabando', de Bernardo Vázquez. (Imagen: Universal Music Spain)
Víctor Núñez Jaime
Madrid /

Resumir historias del narcotráfico en tres minutos y medio es tendencia en el Campo de Gibraltar. Al estilo de los narcocorridos mexicanos, en esta localidad andaluza, fundamental en el entramado del narcotráfico europeo, últimamente se mezcla el flamenco y la música árabe para contarle al pueblo las hazañas de sus malandros, muchas veces queridos y admirados. Y el género, cómo no, ya forma parte de la cultura popular bajo nombre de narcorrumbas.

Así quedó claro el mes pasado, cuando más de 200 agentes de la Guardia Civil llegaron de madrugada a “Villanarco”, una zona residencial de Cádiz conocida así porque ahí viven algunos de los capos regionales de la droga, para detener a Antonio y Borja, jefes del clan de Los Titi, y a varios de sus compinches.

Antonio y Borja asumieron el mando de la banda el día que encarcelaron a su padre. Ya saben: que caiga el número uno de la organización delictiva no implica la extinción del “negocio”, sobre todo cuando los sucesores pertenecen a la familia. Antonio se encargaba de coordinar y supervisar la compra y recepción de toneladas de hachís, procedentes de Marruecos, y Borja se ocupaba de blanquear las millonarias ganancias. Pero, a diferencia de su discreto padre, a este par de hermanos les encantaba alardear de su riqueza y poder. Además de tener una flotilla de coches de alta gama y de construir un lujoso casoplón en suelo de protección agrícola, les dio por producir ¡y protagonizar! Contrabando, el videoclip de Bernardo Vázquez, un cantante sevillano que sólo era conocido en su pueblo hasta que en 2014 interpretó uno de los temas de la banda sonora de la exitosa película El Niño.

El video está colgado en YouTube, lleva más de un millón de reproducciones y en él se ve a Los Titi realizar sus labores cotidianas a cara descubierta: descargar la mercancía de las lanchas en la playa, trasladarla a las “guarderías” (las naves industriales que sirven como almacén), hacer tratos con los distribuidores y presumir los beneficios económicos a la vista de todos sus vecinos. “Por la noche y por el día / en dos mares navegando / de Marruecos a Andalucía / entra y sale el contrabando”, canta la voz aflamencada de Vázquez mientras actúan en su propio territorio Los Titi, quienes, al final, ¡faltaba más!, son detenidos por la policía.

Por eso el cantante, un habitual en la programación de RadioOlé, le explicó a la Agencia EFE: “Yo no hago apología del narcotráfico. Sólo quiero consolidar la rumba como género musical haciendo un retrato de nuestra sociedad, en este caso dando a conocer el mundillo del narcotráfico. Porque ya basta de que sea un tema tabú. Y, al mismo tiempo, quiero dar un mensaje a la juventud, dando a entender que ese no es el camino adecuando en la vida porque, tarde o temprano, terminas detenido”. De la ayuda e infraestructura brindada por Los Titi para hacer su videoclip… no quiso hablar. Agregó, en cambio, que “los narcos son personas muy egocéntricas y les gusta exhibir lo que tienen. Es lo que hay y eso es lo que cuento. De hecho, para mi próximo disco, ya tengo preparada otra narcorrumba”.

Pero contar las hazañas de los narcos no ha limitarse a un género musical. Los Titi, que conocen bien el mercado, se empeñaron en diversificar la tarea y también incursionaron en el trap, un ritmo “callejero, pero con clase”, según ellos mismos. Así que también se exhibieron en otro videoclip, titulado LC/LU, del intérprete emergente D’Valle.

No crean que Los Titi son los únicos señores del alarde. También están Los Castaña, otros andaluces dedicados a la compra-venta del hachís que hace un par de años, cuando estaban en la lista de “Los más buscados de España”, desafiaron a todo mundo al protagonizar uno de los videos del reguetonero de origen cubano llamado Clase-A. El gesto indignó a las Fuerzas de Seguridad que, al analizar el material audiovisual de manera exhaustiva, tuvieron las pistas necesarias para capturarlos.

No sé si los narcos mexicanos, además de encargar personalmente que les compongan narcocorridos, también expongan ante las cámaras su peculiar estilo de vida bajo un manto musical norteño o ranchero. Lo que es seguro es que aquí, ya lo ven, los narcos andaluces no son de los que se esconden, contribuyen a la producción cultural, tienen ínfulas de estrellas y aspiran a que ellos y su épica permanezcan en el imaginario colectivo al ritmo de una rumba flamenca.

AQ | ÁSS

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