Comedia ranchera

Libros | A fuego lento

'Nubecita', de Nora Coss, es una sátira de las familias con ínfulas aspiracionales que no evita caer en la trampa del costumbrismo.

Portada de 'Nubecita', de Nora Coss. (nieve de chamoy)
Roberto Pliego
Ciudad de México /

Eliana Méndez Arreola es gorda, ha entrado en la adolescencia, detesta a su madre y siente un amor enfermizo por su padre. Es también la voz que conduce Nubecita (nieve de chamoy), ganadora del Premio Bellas Artes Juan Rulfo para Primera Novela en 2018. Su historia proviene de una memoria distorsionada por el complejo de dios, de cuando el telemusical de Raúl Velasco ocupaba las tardes dominicales.

Nubecita exhibe muchos de los defectos que atrofian a la novela como documento social. Su retrato de una familia clasemediera de Sabinas, Coahuila, remite a los tiempos en que la provincia mexicana proyectaba la apariencia del paraíso donde, a puerta cerrada, bullían los más bajos deseos y las más inconfesables pasiones. Se trata de la provincia a imagen y semejanza de la comedia ranchera, con fondo musical incluido (Estelita Núñez como divinidad tutelar). Ahí están el padre trabajador pero poseído por la pasión incestuosa hacia su hija menor, la madre con aires de grandeza enamorada, y quizá más que eso, del compadre, y la hija mayor, Eliana (a quien al final encontramos a merced de alucinaciones pseudomísticas), consignando los vaivenes emocionales de estos personajes cuyo temor mayúsculo es convertirse en blanco del chismorreo. No faltan las beatas métome-en las-vidas-ajenas, el albañil con aires de padrote y el cura intachable. Todo se antoja tan apolillado, tan… provinciano.

Quizá este aire de antigualla no sería una carga demasiado pesada si Nora Coss hubiera tomado otras decisiones estilísticas. ¿Por qué la voz narrativa es una machacona sucesión de coloquialismos que, más que un acto creativo, suena a la reproducción mimética de un habla conservada en formol? Un pasaje de muestra: “¿A qué misa quieres ir, Eliana. Y yo súper cool: a la de las doce, a la del padre Miguel. Mamá me volteó a ver acá de ¿qué chingados te pasa?”

Ya que Nubecita pasa por una sátira de las familias con ínfulas aspiracionales, Nora Coss no evita caer en la trampa del costumbrismo. Vamos de las maneras de mesa a la enumeración de las prendas de un guardarropa, de las ofertas en un centro comercial al censo de las rutinas de la juventud paseando en automóvil, es decir, no hallamos nada más que un curioso muestrario de notas de color.

Nubecita

Nora Coss | nieve de chamoy | México | 2022

AQ

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