Catedrales con dos colmillos

Libros | A fuego lento

En La sombra del mamut, Fabio Morábito construye con maestría en cada relato un pequeño nuevo universo en el cual el lector puede perderse a placer.

Portada de 'La sombra del mamut', de Fabio Morábito. (Sexto Piso)
Roberto Pliego
Ciudad de México /

Cada uno de los 24 relatos que componen La sombra del mamut (Sexto Piso) es un magnífico universo, tan autosuficiente que obedece a sus propias leyes. En otras palabras: son catedrales a pesar de que tienen la talla de una miniatura, y comparten la misma fascinación por un orden interno, por las situaciones y los escenarios más inusitados, y por la literatura concebida como exploración de los posibles rumbos que puede tomar un hecho insignificante o mayúsculo. Cualquier aspirante a cuentista debería considerarlos su estandarte y su guía.

Como un experimentado ilusionista, Fabio Morábito es capaz de transportarnos a una antigua provincia china o a una playa del Pacífico, a un monasterio medieval o a un pequeño departamento, a los subterráneos de la República Federal Alemana o a los pasillos de un aeropuerto, a una sala de conciertos o a la cubierta de un crucero, incluso a una cueva habitada por un solitario neandertal. Mientras vamos de un escenario a otro, tenemos la sensación de haber dejado algo muy valioso atrás con la promesa de encontrar algo aún más revelador, por su naturaleza desconocida, en el próximo relato. Así que leemos como si paseáramos por bosque encantado en el que un objeto maravilloso conduce a otro.

La sombra del mamut desdeña toda estridencia. El lector puede estar seguro de no encontrar fosas clandestinas o una refriega entre policías y narcotraficantes. No hallará tampoco el ruido de la política ni los agravios que enturbian el contrato social. En su lugar, saldrá a su paso la vida creada por un potente artificio que mantiene a los protagonistas de cada relato en una dimensión apartada de la vida ordinaria. Quiero decir, como ocurre en “A la hora de la basura”, que Fabio Morábito es capaz de hacernos creer que el rechazo al mal olor que despide otra persona se traduce en cortesía a buena distancia, o que, como en “El carnero del rey”, un zapato olvidado al final de un cañón es más que un zapato a la deriva.

Tras llevar a cabo esos juegos de falsos destinos y ambiguas identidades damos con la imagen absoluta, la del libro entero. En el relato “La sombra del mamut”, dos desconocidos que corren por diversión en una pista de tartán, uno de ellos guiado por la mano de su compañero, ya que está ciego, al final de la recta apenas iluminada proyectan a “un animal asombroso con dos colmillos”. Esta es la pregunta que nos hace Fabio Morábito: después de todo, quién es el autor y quién el lector.

La sombra del mamut

Fabio Morábito | Sexto Piso | México | 2022

AQ

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