‘Breve tratado del corazón’: la muerte está servida

A fuego lento

El libro de Ana V. Clavel pone ante nosotros las cabezas, los brazos, las piernas de las mujeres asesinadas en México; y lo hace con una perturbadora belleza.

Detalle de portada de 'Breve tratado del corazón', de Ana V. Clavel. (Alfaguara)
Roberto Pliego
Ciudad de México /

Un delgado hilo rojo une las cuatro historias ejemplares de Breve tratado del corazón (Alfaguara). Con parsimoniosa destreza, Ana V. Clavel hilvana los destinos de una suicida que descubre su verdadero rostro en la máscara mortuoria de otra suicida, de un astrónomo que renuncia a su vida anterior después de un trasplante de corazón, de un alma en pena cuyo cuerpo fue desmembrado y ahora vaga por los andenes del metro, y de una legión de verdugos adictos a la sangre, hijos quizá de la Santa Muerte y de los señores del inframundo.

Una vez descubrimos la existencia y el curso de ese hilo, una vez reconocemos la trama de encuentros y desencuentros, lo que simula correr en varias direcciones termina formando una sola y magnética corriente.

El corazón es la fuente de donde provienen esas historias y también la ruina de los personajes que responden (unas veces movidos por la emoción, otras veces como si anduvieran sonámbulos por el mundo) al llamado espectral del deseo. Como fieles creaturas que habitan los mundos concebidos por Ana V. Clavel, se mueven hacia los seres y los objetos que parecen inalcanzables y lejanos sin saber que en verdad se persiguen a ellos mismos. De esta manera, tendiendo puentes entre lo exterior y lo interior, y entre lo que juzgamos cercano y vemos lejano (México y la India, un barrio capitalino y lo más semejante al Mictlán), Breve tratado del corazón reserva para nosotros, asombrados lectores, una sugerencia vertiginosa: mientras más huimos… más nos acercamos… al amor, a la muerte, al vientre materno, al último vagón.

Breve tratado del corazón es una voz que cuenta pero también una arquitectura de curiosidades gráficas, anatómicas, históricas, poéticas, mitológicas… Mientras seguimos a la aspirante a suicida o a la chica del tatuaje o a la mujer del bolso rojo, un recuadro sale a nuestro paso para traernos noticias del corazón en muchas de sus representaciones. Obligan a una pausa y esa pausa funciona como respiro frente a la brutalidad o la indefensión que se proyecta en cada página. Y es que Breve tratado del corazón, invocando por igual a los sabios y a las estrellas, pone ante nosotros las cabezas, los brazos, los torsos, las piernas de las mujeres asesinadas en México, y lo hace con una perturbadora belleza.

Breve tratado del corazón

Ana V. Clavel | Alfaguara | México | 2019

SVS​ | ÁSS

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