Ya siéntese, señora. No deja ver todos los avances que hemos logrado, nomás tapa con su silueta rechoncha la esbelta gravedad de los problemas del país. Ya siéntense y asiéntense, señoras, señoritas, no arriesguen lo que han ganado: ya son ministras y secretarias de Estado —¡la mitad del gabinete! —, ya son empresarias, intelectuales, funcionarias. ¿Para qué quieren más? Si ser mujer en México es muy bonito, fíjense: todos les decimos siempre “con todo respeto”, independientemente de lo que les vayamos a hacer.
El Día de las Madres hay festival en todas las escuelas y los restoranes están a reventar. Hasta a las señoras de 80 años les decimos señoritas, no se vayan a ofender. Hay algunos que las alburean, pero ustedes hagan como que no se dan cuenta. ¿Y para qué quieren salir solas de noche? Eso siempre ha sido peligroso, no tiene sentido, ¿qué no ven que les puede pasar algo?
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¿No quieren ganar menos que los hombres? Pero es que entiendan, los hombres mantienen a sus familias, tienen más responsabilidades, ¿o no? ¿Son madres solteras? No, pues eso ya es un problema personal. ¿Aborto libre? No, señoras, eso es asesinato, pero como somos muy compasivos, a la que aborte solo le pondremos trabajo comunitario.
Barrer y pintar, para que se les olviden esas ideas locas de disponer de sus cuerpos, esas cosas individualistas que son de lo peor, porque las mujeres siempre deben ser solidarias, acabar el trabajo pendiente, llegar primero, dar alivio y consejo, y servir garnachas si se ofrece. Aguerridas y aventadas sólo como la Corregidora o Leona Vicario, o las Adelitas muy fieles a su Juan, el de causa trascendente. Así son las mujeres de izquierda: vea cómo cambian el pañuelo morado por uno blanco en un parpadeo, las admirables señoritas compañeras.
¿Ya no quieren que mueran mujeres? ¿Diez mujeres mueren al día en México por violencia de género? No, esperen, si muchos hombres mueren también por la violencia así en general. Nada les pasará si respetan los valores, a la familia y a los abuelitos. ¿Los abuelitos también violan? Ya siéntese, señora, puro argüende, usted
Y si pidieron ayuda a un policía, y el policía las violó, eso es la fatalidad; ya les estamos dando cursos y en cuanto se acabe el neoliberalismo serán como los mismísimos ángeles. La trata se acabará también con el neoliberalismo, cosa de tener paciencia. Corrupción no hay, ésa ya se acabó, ni la mencionen. Y fíjense cómo hemos escuchado con paciencia infinita su bla bla bla, señoras que hablan mucho y no se sientan, ni siquiera cuando ya les dieron su despensa y su beca y su rosa del Día de las Madres, y limpiamos con mucho cuidado los monumentos que pintarrajearon, locas.
Ustedes que no respetan nuestra historia y nuestros valores y no se dan cuenta de que sus inconformidades se las susurran la derecha, el neoliberalismo (antes del neoliberalismo no había patriarcado), el individualismo y los malos empresarios y políticos. Ya esténse, porque no son nuestra prioridad. Ya siéntense, mamacitas.
ÁSS