Editorial Era celebró sus seis décadas de existencia; Sexto Piso llegó a la mayoría de edad y Almadía cumplió sus XV. Sellos que, por sus características, pudieran considerarse como su propia competencia, ahora están unidos debido ante la contingencia sanitaria por el covid-19 dentro de una serie de proyectos que apuesta por su supervivencia.
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“Teníamos un tiempo de hablar de ciertos proyectos y la contingencia nos llevó a pensar que no siempre es sencillo hacer las cosas solos, que juntos tenemos mayores posibilidades de lograr cosas y esa fue la premisa. Empezamos a hablar entre los tres un poco para ver cómo iba la situación, cómo la estábamos enfrentando y cuando vimos lo complicado del escenario, que se cerraron las librerías y el flujo de dinero se paró, entonces pensamos en unirnos”, cuenta Guillermo Quijas, director de Almadía.
La primera parte de esa unión entre las tres editoriales independientes es la campaña de donación “Dependientes de lectores”, a través de la cual buscan reunir cuando menos 2 millones de pesos, en el mejor de los escenarios, para operar siquiera durante tres meses, periodo que puede durar esta contingencia.
“Pensamos en que son casi 100 personas las que colaboran en las tres editoriales y que la premisa de los esfuerzos está orientada a que la operación no se pare, a cubrir los salarios de todos; cumplir los compromisos con los autores, regalías y seguir trabajando, además de mantener la impresión de los títulos para que tampoco se pare la producción de los libros”.
La idea es llamar la atención de lectores y amigos para invitarlos a apoyar con sus donaciones, en una campaña que se aloja en https://donadora.org/almadia-era-sextopiso, a partir de lo cual se ofrecen distintas recompensas que pueden consultarse en la página de la campaña de las editoriales.
“Sexto Piso tiene oficina en España, nosotros tenemos una distribución en América Latina; Era tiene 60 años publicando libros y a los grandes clásicos, pero ninguna cuenta con un fondo, por lo general salimos al mes. Temas como los de los gastos fijos se tienen que cubrir, pero nunca alcanza para imprimir los libros que habías planeado y pagar la promoción”, explica Guillermo Quijas.
Hay una recuperación de recursos con la venta en línea; sin embargo, no cubre ni 15 por ciento de lo que representan las ventas normales. De ahí la importancia de contar con dinero para que, cuando las cosas vuelvan a la normalidad, “aguantemos un poco para generar estrategias que nos permitan tener recursos en el mediano plazo”, explicó.
Y ADEMÁS
NUEVA RELACIÓN CON LAS LIBRERÍAS
De los 2 millones de pesos que tienen como meta, hasta las 17 horas de ayer ya contaban con donaciones por más de 140 mil pesos, y aún quedan 28 días para el ejercicio. Otro de los pasos a seguir es trabajar con las librerías, surtir ejemplares y esperar menos tiempo para volver a generar flujo: se piensa en un semestre sin ingresos normales, por lo que hasta la relación con las librerías tendrá que cambiar. Trabajo aparte, asegura el editor oaxaqueño, merece el asunto de las ferias del libro.