Día Mundial. Promueve Construarte teatro a domicilio

Se trata de un proyecto de teatro a domicilio, pero con un alto nivel profesional.

Víctor Rubén López Gutiérrez suma poco más de 30 años desempeñándose en el teatro. (Especial)
Rafael González
Puebla /

Los integrantes de la compañía teatral Construarte meten a los personajes a las casas para evitar el contagio del Covid-19. Se trata de un proyecto de teatro a domicilio, pero con un alto nivel profesional; y reportan un 70 por ciento la baja en la asistencia en sus puestas en escena.

Así comentó el director general de Construarte, Víctor Rubén López Gutiérrez, quien suma poco más de 30 años desempeñándose en el teatro y el cual explica que surgió la idea ante la merma que se registra.

“Se trata de llevar el teatro a casa, pero con los rituales propios de la actuación. Es un par de actores o un actor, llevan alguna obra a tu casa para apoyar a la salud mental y emocional y a que se ‘distense’ todo el estrés que existe a manera social. El arte siempre ha sido o paradójicamente ha sido la primera instancia que llega para apoyar a las personas y a la sociedad una vez que hay un movimiento social o una contingencia social. Siempre el arte es el que llega a ayudar a relajar a las personas y el ambiente, y esta vez no es la excepción. Nosotros ayudamos con nuestro trabajo, con nuestra labor humanitaria a que se relajen. Toda esta tensión llevada a los extremos no va a ser sana”.

Aclaró que aunque se trata de un teatro más íntimo, ya que se requiere un mínimo de cinco espectadores, se cuida sobremanera la calidad de sus presentaciones; además que están conscientes de que la cultura es la última prioridad en la situación que se vive en este periodo de contingencia.

“¿Cómo lo resolvemos? Con promociones, al bajar los precios, hacemos publicidad y evidentemente el teatro no es una actividad de mucha gente, por lo tanto nuestro público es limitado y no representa un peligro como foco de infección; sin embargo, y ante todas las medidas preventivas, tenemos mucha higiene, mucha limpieza, aplicamos todos los sistemas de protección para el público y los actores”, apuntó.

El egresado de la Escuela Nacional de Arte Teatral (ENAT) del Instituto Nacional de Bellas Artes y del Centro Nacional de Esgrima de Madrid, España, y especializado en esgrima artística para teatro, cine y televisión, ha cumplido una larga trayectoria con diversas compañías con las que ha recorrido todo el país ya sea como actor y como director.

Víctor Rubén, como es conocido en el ambiente teatral, contó que aunque es el único de su familia que se dedica al teatro profesional, sus abuelos paternos, José López Armendáriz y Esperanza Enríquez Ramos, hicieron teatro amateur.

Ambos se conocieron en el Teatro Principal actuando en la zarzuela “La Verbena de la Paloma” representando el papel de un matrimonio. “Se caían gordos, no se aguantaban, contaba mi abuela. No había un entendimiento entre ellos, no había una buena vibra y la hacían de marido y mujer, al término de la temporada se casaron para toda la vida”.

Mientras que para Víctor Rubén sus inicios fueron en pastorelas escolares, esto detonó su gusto y pasión para dedicarse al 100 por ciento a esta “maravillosa carrera”. Ya pisando un escenario, su primer papel, rememoró fue “Pedro”, el amigo de “Heidi”, adaptación teatral de la serie animada de televisión.

“Ya más serio, fue en la obra ‘Los cómplices’, de Antonio Monsell. Ahí tuve el protagónico. Es un grupo de muchachos de universidad que planean asesinar al rector porque estaba metido en drogas; era una obra de teatro de suspenso, policíaca, bastante interesante” comentó.

Aunque aclaró que el personaje que más le gusta siempre es el que hace en el momento.

En estos momentos interpreta el papel de Juan en la obra “Monogamia”. “Un profesionista, padre de familia que está ‘conflictuado’ porque no sabe si seguir con su matrimonio o darle un giro de 180 grados a su vida. Este personaje es el que por ahora más defiendo, el que más me gusta, es el que más cariño le tengo puesto que es el que hago en este momento. Creo que, por fortuna, todos los personajes que me han tocado hacer en ese momento los quiero, los defiendo y los amo, porque somos parte uno del otro”.

Por último, aseguró que es difícil que un actor acepte un personaje que no quiera o con el que no se vea involucrado de alguna manera. “Sería ponerse unos zapatos que no te quedan, siempre te van a estar molestando y en lugar de ayudarte a caminar, te van a sacar ampollas”.


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