La reina Isabel II conoció lugares icónicos de Guanajuato

Cronistas de la ciudad relataron las actividades de la reina durante una gira por México, en 1975.

Un gesto curioso que quedó registrado en fotografías fue cuando un perrito callejero logró traspasar los cercos de seguridad. (Foto: Especial)
Ciudad de México /

La ciudad minera de Guanajuato recuerda el momento histórico en que recibió, en febrero de 1975, a la reina Isabel II, quien se trasladó en tren desde la estación de Buenavista, en la capital de la República. Viajó prácticamente toda la noche para poder llegar a puntual a las 10:00 horas.

Estaba fascinada y sorprendida por la arquitectura de la ciudad, que pudo apreciar desde lo alto del mirador donde se erige la escultura de El Pípila.

Recorrió las calles empedradas con las fachadas coloridas y sus balcones, ingresó en el emblemático Teatro Juárez y pasó por las escalinatas de la Universidad de Guanajuato.

Eugenio Trueba Olivares, uno de los juristas y universitarios más queridos de Guanajuato, relató en La realeza inglesa en Guanajuato, cómo fue su contacto con la Reina Isabel II cuando visitó esta ciudad. Este texto se encuentra en el libro Festival Internacional Cervantino. Visiones de un mismo escenario, editado con motivo de los 40 años del encuentro artístico y cultural más importante de México,

“¿Cómo está usted? ¿Qué le parece la ciudad? ¿Está contenta? Fue lo que alcancé a decirle a Isabel II, soberana del Reino Unido durante su visita a Guanajuato, pues de acuerdo con el protocolo, con ella no sé plática largamente, pero yo tuve la oportunidad de recibirla en la universidad cuando era rector”, relató Trueba (Guanajuato 1920-2020).

El jurista recordaba con lujo de detalle cómo la reina Isabel II y su esposo, el príncipe Felipe, fueron muy cordiales y muy amables, y que aunque México no es un país monárquico, su investidura fue respetada por razones diplomáticas.

“En su estancia la reina Isabel II no entró a la universidad, solo estuvo en las escalinatas. La recibí y la saludé, ella estaba muy contenta y le parecía muy interesante nuestra ciudad. Venía del Teatro Juárez, donde se presenció un diálogo del retablo de las maravillas, una ilustración muy breve sobre esa tradición de Guanajuato inspirada en la obra de Miguel de Cervantes Saavedra”.

Isaurio Rionda (Guanajato1934-2012), cronista vitalicio de la ciudad, también gustaba de compartir ese momento histórico que le tocó vivir, porque en aquellos años era director de Culturas Populares del gobierno del estado. Decía que la reina entró al emblemático Teatro Juárez, donde por unos minutos presenció uno de los montajes de teatro universitario.

Un insólito día de 1975

Eduardo Vidaurri Aréchiga, actual cronista del municipio de Guanajuato, relató a MILENIO los momentos más significativos de la presencia de Isabel II en tierras guanajuatenses: “La primera visita de una figura real que venía a México. Alguien de la logística decidió que tenía que conocer a Guanajuato”.

Vidaurri Aréchiga dice que salió a las 23:00 horas de la Ciudad de México en un tren que llevaba el vagón Venustiano Carranza, donde transportaban a los presidentes, el cual estaba equipado con muebles de piel, latón y terciopelo verde, incluía una televisión.

“El trayecto se hizo a una velocidad entre 50 y 60 kilómetros, calculado al estilo inglés para poder llegar a tiempo, a las 10 en punto, a la estación de Guanajuato, donde había unas 10 mil personas esperando a que bajara la realeza. La esperaban el gobernador Luis H. Ducoing y su esposa, Martha Alicia Nieto de Ducoing”.

Después se trasladaron al monumento de El Pípila, y desde el mirador le contaron la historia de la ciudad. Quienes estuvieron cerca detectaron que le llamó mucho la atención la Alhóndiga de Granaditas, el Templo de la Valenciana y la Mina de Rayas, al ser grandes estructuras arquitectónicas.

“Increíblemente, a una señal convenida, se echaron a repique todas las campanas de la ciudad, se aventó todo el confeti del mundo y unos días antes se habían atrapado a todas las palomas del pueblo para que ante la presencia de su majestad, las dejaran libres. Fue un espectáculo verdaderamente impresionante”.

Narra que en un carro convertible bajaron por la calle subterránea para dirigirse al Teatro Juárez, donde fueron recibidos por el maestro Isauro Rionda. “Ahí la reina comentó que era verdaderamente un teatro magnífico”.

Posteriormente la llevaron a la Alhóndiga de Granaditas. Ahí los esperaba el maestro José Chávez Morado, quien era el director del museo. Les explicó un poco la dinámica de los murales y la importancia del recinto. “La reina quedó sorprendida también pues era el lugar donde comenzó la guerra contra esa estrategia de colonización de España”.

Asimismo, acudió a las escalinatas de la Universidad de Guanajuato, donde se encontró con el rector, el licenciado José Luis Trueba, y la estudiantina de la Universidad de Guanajuato, así como la Rondalla de Santa fe, agrupaciones que tienen mucha popularidad hasta la fecha. “La reina pidió hablar con los músicos porque le pareció una expresión muy espontánea la musicalidad guanajuatense”.

Un gesto curioso que quedó registrado en fotografías fue que un perrito callejero logró traspasar los cercos “y a la reina le pareció un detalle muy simpático porque como es sabido a ella le gustaban mucho los perros”.

Después Isabel II visitó el mercado Hidalgo, donde hizo un recorrido. A su paso recibió algunos obsequios, pero ella también compró algunas artesanías y dulces.

Finalmente, se dirigió a la Ex Hacienda de San Gabriel, donde le ofrecieron un banquete que al parecer estaba pensado para 750 personas y en el cual Pedro Vargas fue el cantante principal. Terminada la comida continuaría su gira por México.

El cronista Vidaurri Aréchiga, quien era un niño en aquellos años, recuerda que la reina pidió que el tema de seguridad fuera muy discreto y que en todo caso se apoyaran con los Boy Scouts, que fueran ellos los que realizaran un cerco de honor. El fundador del Movimiento Scout fue el inglés Robert Stephenson, quien echó a andar este método como una estrategia para integrar a los jóvenes al escultismo. El punto es que nos pusieron a hacerle valla a la reina, entonces me tocó verla de muy cerca”.

Así fue el paso de la reina Isabel II por la capital cervantina de América, que la recuerda y la despide en su viaje eterno.

PCL

  • Leticia Sánchez Medel
  • letymedel@yahoo.com.mx
  • Reportera cultural, cursó la maestría en Periodismo Político, es autora de tres libros sobre la historia inédita del Cervantino.

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