Publicada por la editorial Gremese, Roma, si gira! es una guía de forasteros que conduce a las locaciones de grandes o discretas películas que se filmaron en la capital italiana entre los años cuarenta y ochenta del siglo XX, un siglo de incesantes mudanzas, de progreso pero también de guerras, de violencia, de miseria, como lo evidencian obras de arte del neorrealismo como Mamma Roma, de Federico Fellini.
Roma, si gira! es una investigación de Mauro D’Avino y Lorenzo Rumori, quienes localizan sitios simbólicos de cada rodaje y muestran cómo eran y cómo son ahora; los describen y hablan de su importancia dentro de la historia. Así, por ejemplo, en I mostri, un padre alecciona a su hijo mientras conduce su automóvil por el puente de Sant’Angelo, lo que ahora sería imposible dado que el puente es peatonal desde hace al menos 30 años.
Los sitios más frecuentados por la cinematografía, los más extraños, los que forman parte de las películas de culto, todos los rincones de Roma que han sido filmados aparecen en este libro lleno de detalles. En una escena de Bellissima la protagonista (Anna Magnani) sale con su hija de los míticos estudios Cinecittá, donde la pequeña ha hecho una audición, para dirigirse a la parada del bien recordado trenino Stefer, que dejó de funcionar en 1980.
Los autores ofrecen datos históricos, realizan consideraciones urbanísticas y exploran su ciudad con pasión y esmero. No dejan nada fuera. En un fotograma de Uccellacci e uccellini enseñan lo que era la extrema periferia romana en 1966, y en una foto lo que es ahora. La película de Pasolini retrata un ambiente que ya no existe y que solo se reconoce por un edificio que actualmente es utilizado como depósito de la basura urbana.
Hasta hoy se han publicado dos tomos de Roma, si gira! En el segundo, en el prefacio, Dario Argento escribe que, para la cinematografía, Roma es una ciudad excepcional por su gran variedad de ambientes, de atmósferas, de estilos. Lo sabe por lo que ha visto y porque ha filmado en ella películas como Phenomena, Profondo Rosso y Tenebre en las que las construcciones romanas han sido esenciales para el suspenso y terror que impera en ellas.
Brutti, sporchi e cattivi, de Ettore Scola, tiene como escenario principal la cima del Monte Ciocci: desde ahí se mira el palacio del Triunfo y en el monte Vaticano la cúpula y la torre de San Juan aparecen en todo su esplendor. Esto es lo que ofrece este libro imagen tras imagen, la revelación de una ciudad que es eterna y se muestra plena en la magia del cine.