Muchos de los amantes de la literatura de ciencia ficción han iniciado esa afición desde la infancia, donde a través de historietas cómicas de superhéroes imaginaban cómo un personaje salvaba a toda una población o el universo entero.
También era recurrente el recurso de viajes en el tiempo, el cual usa desde planteamientos inverosímiles hasta algunos otros más cercanos a la ciencia, con los que la imaginación de muchos niños creía en otros mundos posibles.
Tal es el caso de los multiversos o universos paralelos, basados en las teorías cuánticas de Hugh Everett que, de acuerdo con David Bermúdez Rosales, investigador del Departamento de Física del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), han sido estudiados de manera seria por expertos en Física, aunque hasta ahora sólo los hemos podido observar en cómics, literatura o películas de ficción.
Los agujeros de gusano
A mediados de la década de 1980 se realizaron investigaciones teóricas al respecto, basadas en la Teoría General de la Relatividad, en la que se mencionan a los agujeros de gusano como una de las vías para poder realizar ese traslado temporal.
Los agujeros de gusano son soluciones de las ecuaciones de Einstein, aunque actualmente no se sabe si existan en la realidad. Sin embargo, las investigaciones teóricas sugieren que a través de un túnel que produce el agujero de gusano sería posible trasladarse al mismo punto del espacio, pero en un tiempo anterior al que se partió.
“Para realizar ese viaje, de manera teórica lo que debe hacerse es modificar el agujero de gusano en el espacio-tiempo, de tal manera que el punto de entrada esté cerca del punto de salida. Bajo ciertas condiciones, la coordenada temporal es anterior en el punto de salida y es posible regresar al punto de entrada antes de salir”, explicó el investigador del Cinvestav.
Aunque, teóricamente es posible viajar en el tiempo por un agujero de gusano, el investigador refirió que existen un par de atenuantes al respecto: para hacer ese viaje se requiere una velocidad mayor a la de la luz, algo que no es posible según la teoría de relatividad general, y sería imposible mantener abierto el agujero de gusano el tiempo necesario porque el vacío cuántico lo desestabilizaría.
Todas estas objeciones a los viajes temporales dieron paso para que el físico inglés Stephen Hawking propusiera que la naturaleza prohíbe cualquier cosa que permitiera el viaje hacia el pasado. Esto es una conjetura de la protección cronológica; “una especie de policía temporal que no va a permitir viajar hacia atrás en el tiempo para mantener el orden de las causas y efectos”, mencionó David Bermúdez.
Mundos paralelos, ¿existen?
En el caso de los mundos paralelos, la hipótesis plantea que, al emplear la mecánica cuántica para obtener predicciones, la respuesta usualmente será probabilística, por ejemplo, cuando hay 30 por ciento de posibilidades de medirse en un estado cuántico (A) y 70 por ciento en otro estado cuántico (B).
De acuerdo a la teoría de Everett, cada vez que se hace una medición cuántica, el universo se bifurca en dos historias completamente diferentes. Es decir, en un universo con la medición A y en otro con la medición B, y cada momento que se realicen mediciones cuánticas se obtienen esas bifurcaciones, de ahí el término de multiversos.
“Según Everett, dicha medición crea dos nuevos universos. En uno da la medición A y en otro la medición B, así fue como entró el tema del multiverso en la cultura popular. Eso ayuda a resolver algunos problemas con la interpretación de la mecánica cuántica, como el hecho que esta teoría nos puede dar sólo una parte de información”, comentó Bermúdez Rosales.
De tal manera que, aunque los multiversos o universos paralelos y el viaje en el tiempo son una opción para cambiar la realidad en la que se desenvuelven los personajes de ficción, por ahora no es posible contar con esa alternativa en nuestra realidad, por lo que es mejor no realizar cosas que después queramos cambiar.
Con información de Cinvestav.
vmb