La cantante mexicana Maria Katzarava lleva tatuada en los brazos su declaración de vida. En uno se grabó la frase “Je veux vivre” (Quiero vivir), fragmento de la ópera Romeo y Julieta que le abrió muchas puertas en su carrera. En el otro se lee “Je ne regrette rien” (No me arrepiento de nada), la canción de Edith Piaf que no necesita mayor explicación.
Según los críticos, posee una voz fresca, timbre atractivo, agudos limpios y una presencia escénica que eclipsa a cualquier elenco. Sin embargo, cuando ella se mira al espejo descubre a una persona tímida, que escucha al grupo Mecano y tiene un extraño gusto por los programas de accidentes aéreos pese a su miedo a volar.
Hipocondríaca y perfeccionista, Maria desea pasar una noche platicando con sor Juana Inés de la Cruz, la poeta mexicana que recuerda la necedad de los hombres que critican en la mujer la libertad que reclaman sin queja para ellos.
Aunque apoya a López Obrador, no duda en ser autocrítica y le envía un mensaje: “Soy tu seguidora. He visto durante años tus deseos de llegar a ser Presidente y ya lo lograste. Sin embargo, no estamos ciegos. Aunque haya creído en ti, como millones de mexicanos, tienes la enorme responsabilidad de no defraudarnos”.
Sin ponerle tanta crema a tus tacos, explica quién es Maria Katzarava.
Es una persona sencilla, tímida, aislada del foco mediático, que expresa con música todo lo que no dice en la vida cotidiana.
¿Por qué Maria sin acento?
En Europa no se usa.
¿La ópera es una carrera de gente solitaria?
Sí. He sufrido depresión y ansiedad por el exceso de trabajo, de viajes, de responsabilidad con los teatros. Me exigía demasiado y un día exploté. Mi cuerpo y mi cabeza no aguantaron la presión y comencé a sufrir ansiedad crónica, que hoy está controlada.
¿Acoso sexual en la ópera?
¡Por supuesto! Lo viví hace ocho años. Es difícil que alguien se salve.
Tu amiga del alma.
Rocío Tamez (mezzosoprano).
¿Qué ha significado para ti Plácido Domingo?
Es uno de los cantantes más importantes del mundo, a quien admiro infinitamente por su calidad artística y humana. Agradezco que me haya dado una mochila llena de conocimientos, experiencias y bagaje cultural.
Ganaste Operalia en 2008.
Ahí me di cuenta de que valía la pena seguir en la ópera y volví a creer en mí.
La decisión más complicada de tu carrera.
Dejar mi país.
Tu interpretación más difícil.
El personaje de La voz humana. Es un monólogo complejo y tenso de 50 minutos, en el que paso por altibajos emocionales, vocales y desgarres escénicos. Me costó más de un año y muchas funciones sentir que ese personaje ya era mío.
¿Hay sacrificios en la ópera?
Sí. Dieta, ejercicio y disciplina, pero más que sacrificio debe ser tu estilo de vida. Es fácil perder la brújula por tantos viajes.
¿El arte derrota a la violencia?
Siempre lo he creído. Lo vi con el grupo del Centro Cultural El Tecolote, en Guerrero, al que apoyé y vi alejarse del narcotráfico.
¿Qué otra música escuchas?
Jazz, pop y, sobre todo, a Mecano.
La historia de tus padres.
Mi padre es de Georgia (ex república soviética) y mi madre es mexicana. Se conocieron en los años 70 cuando se estaba formando la Orquesta Filarmónica de CdMx. Mi madre estudió dos años de su posgrado en violín en Kiev y habla ruso; así pudieron comunicarse. Es una esa historia de amor que lleva 38 años.
¿A quién confías tus logros y fracasos?
A mi pareja.
¿Cocinas?
Sí, pero lo evito.
¿Barres, limpias, lavas trastos?
Si hay que hacerlo, lo hago.
Tu lugar favorito de casa.
La cama.
¿Recuerdas el momento más feliz de tu vida?
Esperar a Santoclós con la ilusión e inocencia de una niña.
¿Qué cambiarías de ti?
Mi hipocondría.
¿Te arrepientes de algo?
¡De nada! Incluso tengo tatuada en mi brazo esa frase porque me define.
Tu principal defecto.
Ser perfeccionista en mi trabajo.
¿Con quién platicarías toda una noche?
Con sor Juana Inés de la Cruz. Fue una mujer revolucionada para su época y extremadamente inteligente. Su vida me apasiona; he leído todo lo que he encontrado de su vida y obra.
¿Cómo terminó tu última borrachera?
Hace muchos años que no tengo una. No suelo hacerlo por salud mental y emocional.
Elige un político mexicano. ¿Qué le dirías?
AMLO: siempre he sido tu seguidora. He visto durante años tus deseos de llegar a ser Presidente y ya lo lograste. Sin embargo, no estamos ciegos. Aunque haya creído en ti, como millones de mexicanos, tienes la enorme responsabilidad de no defraudarnos. Tristemente veo también todos los errores que está cometiendo tu partido (Morena). Espero que el tiempo me calle la boca. Lo deseo con todo el corazón.
Qué estás leyendo?
El poder del ahora, de Eckhart Tolle.