Uno de mis grandes sueños es tener un albergue para animales: Beatriz Meyer Rodríguez

La escritora radicada en Cholula se considera más una lectora que autora, sin embargo, reconoce que no es "sistémica y disciplinada".

La escritora cuenta que su abuelo le inculcó respeto y amor por los animales. (Andrés Lobato)
Elvia García
Puebla /

“Uno de mis grandes sueños es tener un albergue de animales”, confesó Beatriz Meyer Rodríguez, escritora originaria de Ciudad de México pero radicada en Cholula, Puebla, autora de un par de novelas y media docena de libros de cuentos, quien en entrevista con MILENIO Puebla agregó que no tolera el maltrato animal, incluso, dijo que siempre ha considerado que quienes realizan estas acciones son personas “malas”.

La también poeta confesó tener una gran colección de libros, donde la narrativa es su género preferido, ya que nunca se ha considerado romántica, sino más objetiva con las emociones humanas.

Si bien se considera más una lectora que una escritora, reconoce que escribir es su obsesión; además, admite que no es una lectora sistemática ni disciplinada.

Además, considera que, si no tiene mucho tiempo para cocinar, tiene una sazón excelente para la comida de mar, la cual heredó de su abuela y mamá.

Cuéntame ¿quién es Beatriz? ¿qué haces en tus tiempos libres?

“La verdad, en mis tiempos libres escribo, es mi obsesión escribir, crear historias, ahora trabajo en escrituras para niños y es algo difícil el escribir para este público. Con esta pandemia pareciera que uno tiene más tiempo libre, pero no, trabajas más en casa. Yo tengo cinco gatos y su tendencia natural es quitarte de tu lugar, no se dejan trabajar así que es más complicado”.

¿Siempre has hecho libros para niños?

“No, escribo varios géneros, es muy difícil escribir para niños, me fui metiendo al terreno de estos, porque me pidieron colaborar en estos proyectos”.

¿Desde pequeña siempre quisiste ser escritora?

“No. ¿Sabes? Vengo de una familia de abogados e ingenieros, pero mi papá era un buen lector, tenía una gran biblioteca y mi mamá no puso restricciones en la misma, todos los libros los forró de rojo sin que supieras de qué era el libro; entonces, era una aventura saber qué libro te iba a tocar. Yo creo que ahí empezó mi pasión por la lectura”.

“Mi papá se inclinaba más por la fantasía, y pues a mí igual, me hice una lectora ecléctica. Empecé a leer libros que van desde la superación personal a los más especializados. No estudié literatura, pero nunca se me hizo complicada la lingüística. Creo que soy más lectora que escritora, no se puede vivir sin leer”.

¿Cuál es tu género favorito?

“Las obras escritas de mujeres, novelas y cuentos narrativos en general, creo que todos somos narradores pues cuentas tus historias. Las narrativas son los puentes de las experiencias humanas”.

¿Te consideras soñadora y románica?

“No, soy lo menos romántica con el mundo, soy alguien que suele ser objetiva con las emociones humanas”.

¿Coleccionas algo?

“Libros, tengo un estudio en Cholula, una biblioteca bastante amplia, yo diría que como 10 mil libros. En las mudanzas todo el mundo me odia por el traslado de los libros, pero ya con los PDF es más fácil tener más. Muy pocas veces he intercambiado libros, aunque sí he prestado, he perdido y una que otra vez he robado algún libro. Tengo tres libros en mi buró, pero no soy una lectora sistemática, aunque si soy una lectora rápida, me siento y no me detengo en leer un libro, porque se me facilita, pero leo una parte de un libro, otra parte de otro, por lo que no soy una disciplinada en la lectura”.

Además de los libros, ¿qué más te apasiona?

“Los animales. Desde chica empecé a rescatar animales. Pasé los veranos con mis abuelos en una zona cañera, en Zacatepec, Morelos, mi papá decía que era el hoyo del infierno. Ahí mi papá me abuelo que todos los animales son una parte importante de todo, aprendimos a respetarlos. Cuando yo veía a cualquier animal, era inevitable no llevarlo a casa y rescatarlo y mi mamá pagaba los platos rotos, desde ahí mi pasión fue muy fuerte, y mis amigos debían entrar a mi círculo de rescatar animales. Respeto mucho a los albergues, son muy necesarios, incluso uno de los sueños de mi vida es tener un albergue, pero a veces siento que hay perros en la calle que son rescatados y tienen una buena vida, y luego los que están en albergues se los lleva la gente y no tienen los recursos y siguen con ese proceso de maltrato al no cuidarlos como deben ser. Siempre he pensado que aquella gente que no respeta a los animales, que los mata, son personas que no tienen redención, son malas y no tolero a la gente que no quiere animales, son muy disfuncionales”.

¿Te gusta cocinar?

“Tengo sazón, aunque cocino poco, pero me gusta cocinar más mariscos y pescados. La familia de mi mamá es de Xalapa, Veracruz. Mi abuela se casó con un hombre que era un aventurero gastronómico, así que mi abuela le heredó su sazón a mi mamá, y ella a mí. No creo tenerlo todo, pero sí me defiendo. Lo que no me gusta cocinar es la carne, ni la como, soy media vegetariana”.

mpl

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