El reencuentro está listo. Cuatro años después de verse las caras en el Super Bowl LIV, los San Francisco 49ers y los Kansas City Chiefs volverán a enfrentarse en el escenario más importante del deporte en los Estados Unidos, cuando choquen este domingo 11 de febrero en el Allegiant Stadium, casa del Super Bowl LVIII de la NFL.
Dos equipos con luz propia: del lado de la Conferencia Nacional se encuentran unos Niners en un gran momento, con múltiples estrellas en la plenitud de su carrera y una de las mentes más creativas como su entrenador en jefe, todos enfocados en pelear por el éxito que se les ha negado en este proyecto; en el otro extremo está la nueva dinastía de la NFL, el equipo más dominante en lo que llevamos en década y que, si bien no tuvieron la temporada más espectacular, sí que tienen una base sólida para competir y no llegar a este partido de forma desigual.
La batalla por las yardas
El quarterback es una posición fundamental en la NFL y los Chiefs tienen en Patrick Mahomes al mejor jugador en toda su historia. No debe existir ni una sola duda a estas alturas: este mariscal de campo ya se ganó el derecho de ser considerado el atleta más importante en toda la existencia de los Chiefs y su nombre ya se codea con el de otros dentro de lo mejor en más de 100 años que lleva la NFL. Sin duda, Kansas City tiene a la figura más importante para este encuentro.
San Francisco encomienda sus esperanzas en una de las historias más inverosímiles que se nos hubiera ocurrido. Sigue vivo el sueño de Brock Purdy, el Mr. Irrelevant (último elegido en el Draft de 2022) que está a un triunfo de ser campeón de la NFL y terminar con los 29 años que los Niners han esperado para ese momento… si es que Mahomes lo permite.
En el frente a frente, Mahomes lleva la ventaja tanto en experiencia como en cualidades, al jugar su cuarto Super Bowl y tener siete temporadas en la NFL, seis de ellas ya como titular. Del otro lado, Purdy apenas tuvo su primera temporada en dos años y todavía tiene una curva de aprendizaje, por lo que es probable que lo mejor aún esté por venir.
Lo que es un hecho es que Purdy tiene un roster repleto de talento que le ha ayudado para que su adaptación sea más sencilla y lo ha aprovechado al máximo. La mancuerna hecha con Brandon Aiyuk es una de las más explosivas en la Liga; George Kittle es un jugador bastante confiable en las recepciones; Christian McCaffrey es el jugador más importante de este equipo y ha sido clave para el ascenso de los Niners en el ataque; Kyle Juszczyk es efectivo tanto para bloquear como correr y atrapar, revitalizando la posición de fullback, en tanto Trent Williams cuida el lado ciego de Purdy. Esos cinco jugadores fueron vitales al ataque y se metieron en uno de los dos equipos All-Pro, que reconocen a lo mejor del año por posición.
Mahomes batalló con su cuerpo de receptores en el año. Y aunque fueron los que más balones soltaron antes de las recepciones, eso ha cambiado para bien en los playoffs, con errores minimizados y sobre todo con un Travis Kelce que vino de menos a más y jugó al nivel que nos ha acostumbrado. Si bien solo Kelce es su única arma de élite, Mahomes aprovecha su roster, con Isaiah Pacheco como un corredor de poder agresivo capaz de pelear por yardas extra en cada acarreo y un guardia All-Pro en Joe Thuney.
KC ha frenado mejor
La defensa de los Chiefs ha cerrado mejor de cara a este partido. Chris Jones, Nick Bolton, Trent McDuffie y L’Jarius Sneed ayudaron para que Kansas frenara a ofensivas explosivas en estos playoffs, como Miami y Baltimore, a quienes limitaron a 10 o menos puntos.
Por el contrario, la defensiva de los 49ers no se ha visto tan sólida como en temporada regular, si bien tienen nombres fuertes como Nick Bosa, Fred Warner y Charvarius Ward. La prioridad de los Niners debió hacer los ajustes necesarios, ya que sufrieron ante Green Bay y Detroit en playoffs, pese a que eran amplios favoritos.
Mención aparte para los pateadores. Kansas City tiene mayores garantías en Harrison Butker, quien no ha cometido tantos errores como el novato Jake Moody, quien se equivocó en un gol de campo en el Juego de Campeonato en la NFC. A estas instancias, cualquier acierto y error puede marcar la diferencia.
RGS