Saúl Canelo Álvarez insiste en que quiere alejarse de la leyenda que es Julio César Chávez. Quiere hacerse su propio camino. Y por ello hace y hará lo que sea necesario para crear su propia historia.
Y como un ejemplo, será el primer mexicano en estelarizar una velada en el Madison Square Garden, de Nueva York, desde que Manuel Pulgarcito Ramos lo hizo en 1968 frente a Joe Frazier, un hecho que ni Julio César Chávez en sus mejores épocas tuvo, ya que en dos presentaciones en la Meca del Boxeo no protagonizó la cartelera.
Este sábado, Canelo se medirá contra Rocky Fielding y subirá al encordado neoyorquino con la oportunidad de aumentar los argumentos para ser considerado como un peleador diferente, ya que buscará ser campeón de los súper medianos para convertirse en el octavo mexicano en sumar un tercer campeonato en igual número de divisiones.
El mexicano hará su debut en el Madison como uno de los pasos obligatorios en el camino en pos de dejar su nombre grabado en la memoria de los fanáticos, y en la historia del deporte.
El encuentro ante Fielding -por el título supermedio de la Asociación Mundial de Boxeo- llega en un momento en la carrera del mexicano en donde siente que puede dar el paso para avanzar y dejar atrás los duelos con Gennady Golovkin y el tema del clembuterol, comenzando así a construir la segunda etapa de su carrera boxística.
“Demostré de lo que estoy hecho en mi última pelea. El mejor sentimiento: cerrar bocas con hechos. Siempre me he considerado como el mejor y ahora más que nunca. Ser proclamado el mejor libra por libra no es algo que me alegre o me haga enojar. Estoy feliz y satisfecho con lo que hago”, dijo el mexicano, quien además será el encargado de inaugurar una nueva etapa en la transmisión del boxeo, con la salida de HBO y la llegada de DAZN, una plataforma de streaming.
Aunque no descarta volverse a enfrentar al kazajo Gennady Golovkin, para cerrar con su primera trilogía y hacer más grande la pasión de sus seguidores, el boxeador de 28 años y 53 peleas profesionales prefiere enfocarse en seguir adelante con sus planes y no detenerse demasiado, pues sabe que en cualquier momento puede volver a las 160 libras y proseguir su reinado.
“La meta por ahora es conseguir este título mundial y después tomaremos la decisión, pues una de mis opciones es oscilar entre las dos divisiones buscando la mejor pelea disponible”, declaró.
Subir de división implica un riesgo importante, y más cuando del otro lado del ring se encuentra un campeón que lo supera en peso al menos por cuatro kilogramos, y en estatura por casi 15 centímetros. Eso hace que el golpeo sea totalmente diferente.
Seguro de sus habilidades, Canelo destacó que si no entra en zonas de peligro jamás podrá conseguir lo que añora, por eso se apoya en el avance técnico-táctico adquirido para escalar al ring con la seguridad de que el europeo no podrá neutralizar lo que tiene preparado.
“No es secreto que soy mejor peleador que él y que tengo más experiencia, pero eso sólo es la mitad del trabajo, tendré que imponer mi estilo y demostrarle”, sentenció.
Luego de superar a Golovkin en septiembre, y con dos meses de preparación para este duelo, el tapatío advirtió que para Fielding se preparó de la mejor manera, pues no hay ninguna pelea que sea más o menos importante en su récord.