El Consejo Mundial de Boxeo abrió diciembre con un movimiento que le viene extraordinariamente bien al boxeo: un programa hecho para proteger a quienes se juegan el cuerpo y la cordura cada vez que suena la campana. "Recursos Esenciales Para Campeones del WBC" no es otra palomita burocrática: es una guía diseñada para que los boxeadores dejen de sobrevivir y empiecen a vivir mejor.
¿Los beneficios? Claros, concretos y necesarios.
Herramientas para poner orden en las finanzas, porque el dinero se va tan rápido como llega, apoyo para mantener la salud mental en un deporte que pide valentía y consejos para navegar ese zoológico contemporáneo llamado redes sociales, donde una mala publicación puede lastimar más que un gancho al hígado.
Mauricio Sulaimán lo dijo sin adornos. "La Comisión de Boxeo de Texas nos apoyó desde el comienzo. Esta iniciativa busca velar por el bienestar de los peleadores alrededor del mundo, lo cual siempre ha sido una prioridad para el WBC".
Y sí, suena institucional, pero el mensaje es claro: Se está atendiendo lo que siempre se ha barrido debajo de la alfombra.
Los primeros certificados se entregaron en San Antonio antes del Cruz vs. Roach. Y ahí estuvo lo simbólico: dos peleadores que acababan de protagonizar una guerra que terminó en empate, mostrando orgullosos un diploma que habla de algo más profundo que un récord. Roach lo posó con su mamá, Cruz con el gesto de quien entiende que el verdadero ring empieza en la vida diaria. Incluso Erislandy Lara se sumó, celebrando su propio certificado tras defender su título.
Y mientras algunos siguen creyendo que el boxeador sólo necesita manos pesadas, este programa les recuerda lo esencial: sin bienestar emocional, sin salud financiera, sin herramientas para lidiar con la presión invisible, no hay campeón que aguante.
El boxeo es deporte que presume grandeza y cuida de sus protagonistas.