Julio César Chávez es conocido como uno de los mejores boxeadores mexicanos, sin embargo su vida fuera del ring ha generado mucha polémica durante su carrera profesional y, hasta la fecha El Gran Campeón sigue recordando ese trago amargo y agradece haber podido salir adelante.
Durante una entrevista con Javier Alarcón en su canal de Youtube "Entre camaradas", El César contó que tuvo una infancia difícil, pues tuvo que atravesar junto a su madre por varios inconvenientes.
"Cuando yo entré al boxeo fue para sacar adelante a mi familia, provengo de una familia humilde. Yo soñaba con ganar millones de dólares, porque en la casa hacía falta qué comer. Yo veía planchar y lavar ajeno a mi mamá y no me gustaba, entonces yo le decía 'yo cuando sea campeón del mundo la voy a sacar adelante, le voy a comprar su casa', yo soñaba como ser humano y todo lo tuve a manos llenas", recordó Julio César Chávez.
Sin embargo, el haber logrado su sueño fue también lo que lo orilló a sumergirse en el mundo de las drogas, pues apuntó que se sentía solo y terminó refugiándose en la drogadicción.
"A pesar de eso yo me sentía solo y por estúpido me refugié en la droga. Yo estaba perdiendo todo, después de haber ganado millones de dólares, de tener yates, mansiones, estaba perdiendo todo", expresó.
Tocar fondo es -irónicamente- lo que te salva en muchas ocasiones, pues es ahí cuando intentas salir adelante y recuperar tu vida. Hoy en día, el Gran Campeón recuerda esta experiencia como un "infierno", pero agradece poder utilizarla para ayudar a otras personas que atraviesan por la misma situación.
"He vivido muchos momentos gloriosos pero también muchos momentos tormentosos en mi vida personal. Pasé una adicción que no le deseó a nadie, viví un infierno, pero gracias a Dios salí de esa maldita enfermedad", apuntó el ex boxeador mexicano.
"Nadie confiaba en mí, me decían 'tú no vas a durar ni una semana limpio' y gracias a Dios, a base de muchos pantalones, hasta la fecha llevo once años limpio", añadió.
FCM