El ex boxeador mexicano Julio César Chávez soñó con yates, autos, millones de dólares y lujos, mismos que logró y tuvo a manos llenas, y aunque cometió errores y prácticamente perdió todo, no entiende cómo pudo mantener el cariño de la gente.
“Todo casi lo perdí, lo que nunca he perdido es el cariño y afecto de la gente, algo que no se compra, es increíble que pasan los años y la gente me quiere más y más, no entiendo”, dijo el tricampeón mundial mexicano a Mauricio Sulaimán, por medio de la WBC University.
Por otro lado, afirmó que las drogas fueron un "infierno para mí, fue algo muy difícil para mí, fue algo muy triste, muy difícil para mi familia. Hice sufrir a muchísima gente, lastimé a muchísima gente, sentí que me moría. Fue un proceso largo, un proceso muy complicado y muy difícil porque si por mí fuera, yo seguiría drogándome todavía".
Agrega: "Batallé mucho, fueron muchos años drogándome día y noche donde estuve a punto de quitarme la vida, estuve a punto de quitarle la vida a mi hermano, estuve a punto de quitarle la vida a unos amigos".
En este sentido, El César se dijo feliz ayudar a quienes tienen problemas de adicción en sus clínicas, y calificó al boxeo como “una forma de sobrevivir, de alejarte de las drogas y alcohol, es una forma de vivir también”.