Diego Armando Maradona brillaba en Argentina, fue al Mundial de España 1982, pero era un jugador al que le faltaba recorrido y maduración. Aun así, su talento ya había sido detectado por los clubes de Europa. Fue el Barcelona el que apostó por él y lo contrató al finalizar la Copa del Mundo de 1982.
Aterrizó en la Ciudad Condal cargado de optimismo, pero su primera aventura en Europa no tuvo la trascendencia que se esperaba, una hepatitis lo tuvo tres meses alejado de los campos de juego en su primer año, el entrenador Udo Lattek, fue cesado en el cuadro culé y entonces llegó César Luis Menotti.
Su primer año lo cerró con números buenos a secas. Y la segunda no tuvo un comienzo mejor, porque Diego sufrió una fuerte entrada de Andoni Goikoetxea que le provocó una fuerte lesión en el tobillo izquierdo. Casi cuatro meses fuera de actividad y otra vez su peso no pudo ser determinante.
En la final de la Copa del Rey de la temporada 1983-84, el Barcelona se midió al Athletic de Bilbao. Maradona de nuevo frente a frente con Goikoetxea. Al final del partido, Maradona agredió a Miguel Ángel Sola, se generó una bronca entre ambos clubes. Diego fue sancionado por tres meses, por lo que el club decidió venderlo al Napoli.
Diego se marchó de España fastidiado del presidente, del club y del futbol español en general. Además de que en esa época fue cuando empezó su incursión en las drogas y la vida nocturna que le generó muchos problemas.
Messi Dios en Barcelona
Todo lo que no fue Maradona en Barcelona si lo ha sido Lionel Messi. La Pulga llegó a Catalunya siendo un niño, en busca de un tratamiento médico y del sueño de alcanzar uno de los máximos escenarios mundiales como lo es brillar en el Camp Nou.
Desde los equipos inferiores, Messi cautivó, su nombre empezó a ser el augurio de una carrera que le daría felicidad a los culés. Y así ha pasado desde la temporada 2004-05, cuando Leo debutó en la Liga. A partir de entonces su carrera fue en ascenso, su pierna izquierda ha repartido felicidad en España, justo lo que no pudo hacer Maradona.
Ligas, Champions, Copas del Rey, Supercopas de Europa, Supercopas de España, Mundiales de Clubes, Pichichis, Botas de Oro… todo lo que se puede imaginar a nivel de clubes lo ha ganado Messi con el Barcelona. No hay punto de comparación entre uno y otro.
Sin embargo, parece que sí hay un punto de encuentro entre lo que sería su paso por Barcelona. Los problemas con los directivos catalanes. El Pelusa con el entonces presidente Josep Lluís Núñez, quien fue el que decidió venderle al Napoli. La Pulga con Josep Maria Bartomeu, con quien tuvo un enfrentamiento antes de la renuncia del directivo por no permitirle marcharse.
Maradona se fue de Barcelona y triunfó, conquistó el planeta futbolístico. Messi lo ha hecho en ese club. Pero parece que el final de ambos en el conjunto blaugrana, puede tener un punto de similitud, que en los próximos meses puede tener más claridad.
JMRS