Luego de la reunión que sostuvieron Alejandro Domínguez, presidente de Conmebol; Rodolfo D'Onofrio, presidente de River Plate; y Daniel Angelici, presidente de Boca Juniors, se determinó que la Final de vuelta de la Copa Libertadores se lleve a cabo entre el 8 y 9 de diciembre con sede por definir.
"El partido de vuelta de la Final, se llevará a cabo entre los días 8 y 9 de diciembre, en horario y sede a definirse por la administración de la Conmebol a la mayor brevedad (sujeto al fallo del Tribunal Disciplinario)", se lee en el comunicado del organismo sudamericano.
Además, Conmebol informó que la mejor opción es disputar el partido fuera de territorio argentino a fin de evitar hechos violentos como los del pasado 24 de noviembre.
"Conforme a los hechos de violencia ocurridos el 24 de noviembre, que las autoridades de la República de Argentina se encuentran aún investigando, resulta prudente que el partido final no se juegue en dicho país", informó Conmebol.
El partido tuvo que ser postergado luego de los disturbios que provocaron los aficionados de los Millonarios, donde apedrearon el autobús donde viajaban los jugadores xeneizes y que, además, fueron afectados por el gas lacrimógeno que lanzó la policía para controlar a la porra local.
En un principio, el juego estaba programado para el pasado sábado 24 de noviembre a las 14:00 horas (tiempo centro de México); sin embargo, tras los actos violentos se retrasó dos horas, pero al final se decidió pasar el partido al día siguiente.
Nuevamente, el domingo 25 de noviembre, los directivos de los dos clubes y de Conmebol se reunieron horas antes del silbatazo inicial, llegando a la conclusión de que no se contaba con las condiciones para llevar a cabo el encuentro.
De acuerdo a medios locales, el partido se disputaría en una cancha neutra y podría ser en Asunción,Paraguay.