En un margen de tres minutos, el Liverpool se sobrepuso, marcó dos goles, remontó el 0-1 y restableció su figura de favorito en la semifinal de la Copa de la Liga contra el Fulham, al que doblegó por 2-1 en Anfield y al que visitará en un duelo decisivo, advertido de la ida, el próximo 24 de marzo en Londres.
Es el favorito. Indudablemente. Pero el aviso de este miércoles está ahí, presente para el conjunto de Jurgen Klopp, más dominador que rematador durante mucho tiempo, por detrás en el marcador, hasta que acertó con un rebote, en el 1-1 de Curtis Jones, y, sobre todo, hasta que Cody Gakpo culminó un pase de Darwin Núñez. De hecho, de no ser por alguna parada final de Bernd Leno, la diferencia habría sido incluso mayor. No lo fue.
Encomendado a un ejercicio defensivo, tan natural y tan exigente en un escenario como Anfield, el Fulham marcó el 0-1 la primera vez que fue más allá de su campo. Soportados antes un tiro de Curtis Jones, fácil para Leno; un amenazante centro de Bradley o un disparo escorado (o un centro sin rematador) de Diogo Jota, de repente surgió en el otro área.
Y con contundencia. Toda la que le faltó a Virgil Van Dijk, en un despeje de cabeza que fue más un compromiso que una solución, la tuvo Willian dentro del área, para controlar, para regatear y para batir a Kelleher, con una buena maniobra, plena de clase, rotunda. Antes, Andreas Pereira había aprovechado la concesión del neerlandés para agitar la jugada y conectar con su compañero brasileño para el 0-1. Era el minuto 19. Un impulso visitante.
Ya llevó al límite al Liverpool en su último enfrentamiento en la Premier. El 4-3 del pasado 3 de diciembre. El gol reforzó su plan. En su terreno, replegado y a la espera del equipo red, al que limitó a prácticamente nada en el primer tiempo, por más posesión que sostuvo el equipo de Jurgen Klopp, que sí creció en la reanudación, más inquietante para el Fulham.
Desde el principio, la segunda parte fue diferente. Los dos primeros tiros anunciaron el sufrimiento que aún le aguarda en Anfield al Fulham, pero que también lo espera en el encuentro de vuelta del próximo 24 de enero en Londres. El Liverpool reafirmó su ofensiva. Ya con Darwin Núñez, al que recurrió Klopp en el minuto 56. También a Cody Gakpo. Más poder goleador local. Más riesgo para el Fulham, fiado todo a su omnipresencia defensiva.
Sobrepasada la hora de encuentro, con el buen rendimiento atrás de los visitantes, el Fulham había tirado más entre los tres palos que el Liverpool. De los 16 lanzamientos entonces locales, sólo tres tomaron el destino concreto de la portería. Un ataque sin puntería, tan improductivo como amenazante, con los futbolistas de los que dispone.
Cualquier detalle lo cambia todo, como lo hizo el zurdazo desde fuera del área de Curtis Jones que golpeó decisivamente en Tosin para descolocar a Leno. Un golpe de fortuna para el Liverpool. Un rebote demoledor para el Fulham, salvado antes por el vuelo de Leno para despejar por encima del larguero un envío de Mac Allister. El principio del fin del Fulham.
El 1-1 fue en el minuto 68. El 2-1, tres minutos después, con el certero remate de Gakpo tras un centro de Darwin Núñez, en la reunión imparable que había compuesto ya Klopp en su ataque. Aparte de Gakpo y Núñez, seguían sobre el campo Luis Díaz y Diogo Jota. Un cabezazo del delantero uruguayo apuntó al 3-1, hasta la magnífica estirada de Leno, que mantiene vivo al Fulham. Hay eliminatoria. La final de la Copa de la Liga espera al ganador.
RGS