Gracias a un gol de Sergio Agüero, el Manchester City salió airoso de Lyon al firmar un empate en los minutos finales que finalmente le sirvió para lograr el pase a los octavos de final de la Champions League.
El conjunto de Pep Guardiola fue a remolque todo el encuentro ante el equipo francés, el único que le ha vencido esta temporada y que a todas luces parece haberle tomado la medida.
Dos jugadas a balón parado con sendos remates de cabeza de Laporte y Agüero igualaron el doblete de Cornet, todo un verdugo del City, dado que en la victoria lionesa del partido de ida también marcó.
A pesar de contar con importante bajas (Gündogan, Bernardo Silva, De Bruyne y Mendi) Guardiola siguió fiel a su configuración habitual (4-3-3) colocando a Siva y Mahrez como organizadores y Sané, Agüero y Sterling en punta.
Mientras que Genesio sorprendió con una alineación muy ofensiva al configurar un centro del campo con menos músculo que en el partido de ida. En vez de Pape Cheikh o Toussart, dos mediocentros defensivos clásicos el técnico lionés situó al liviano y técnico Aouar, junto al poderoso Ndombele. En ataque, situó al frente a Depay escoltado por Fekir y Cornet.
Un planteamiento que funcionó en la primera mitad a las mil maravillas puesto que el Lyon pudo haberse ido al descanso con al menos tres goles en su cuenta si no fuera por su asombrosa falta de puntería.
En el minuto 13 Memphis Depai sólo en el segundo palo, a portería vacía, falló un remate que todo el estadio daba por gol. Al infortunio del holandés le siguió apunto de cumplirse el de Maxwel Cornet quien apunto de cumplirse la primera hora tras un rápido contraataque se quedó solo frente a Ederson, pero controló mal un gran pase de Mendy y remató peor.
El mismo Cornet a falta de dos minutos para el descanso culminó una gran jugada lionesa con un acrobático disparo a centro de Depay que rechazó la cruceta.
Tanto Genesio como Guardiola se echaban las manos a la cabeza desesperados. El primero por perdonar tantas ocasiones perdidas y el segundo porque su equipo no lograba desplegar su juego de presión asfixiante y control del balón. Más bien todo lo contrario puesto que era el conjunto francés el que además de llevar la batuta del partido se procuró las mejores ocasiones.
Sólo Silva en el minuto 14 con un flojo remate tras un fulgurante contraataque y Zinchenko con un disparo raso lejano al filo del descanso obligaron a Lopes a estirarse.
La segunda mitad comenzó tal y como terminó la primera, con un Manchester City sin ideas y un Lyon bien plantado en defensa con un juego más directo.
De ahí que los locales fueran los primeros en marcar. El encargado no podía ser otro sino Cornet y además con estilo, con un gran disparo con rosca.
El Manchester comprendió entonces que o espabilaba o se dirigía hacia la segunda derrota de la temporada. Cuatro minutos después Lopes evitó el gol del empate al detener un cabezazo prácticamente a bocajarro de Sergio Agüero. Si bien el guardameta portugués nada pudo hacer poco después ante otro cabezazo, esta vez de Laporte, en una jugada a balón parado.
El Olympique acusó el golpe y cerca estuvo de encajar el segundo inmediatamente después. Una parada de Lopes en dos tiempos recogiendo el balón sobre la línea tras un disparo de Sané evitó la remontada del City.
Una intervención milagrosa que dio alas al Lyon. A falta de diez minutos para el final Depay conectó con Cornet libre de marca entre Laporte y Stones y el francés volvió a poner por delante a los locales.
La euforia duró poco en el estadio lionés dado que dos minutos después Agüero logró cabecear un centro de un córner y enviar el balón al fondo de la red en un error de marca de Marcelo y Marçal.
El resultado clasifica al Manchester City para los octavos de final, mientras que el Lyon deberá esperar a la última jornada, en la que jugará ante el Shakhtar para intentar sellar el pase.