La violencia se hizo presente en la Final de Copa Libertadores, motivo suficiente para que se postergara el partido en el Estadio Monumental entre River Plate y Boca Juniors, por lo que se jugará a las 15:00 horas (tiempo del centro de México), así lo confirmó la Conmebol.
Los disturbios comenzaron a la llegada de los xeinezes al recinto, donde aficionados de los Millonarios apedrearon el autobús en el que viajaban, estrellando los cristales de este, por lo que algunos jugadores sufrieron algunas cortadas.
La policía, quienes trataron de alejar a los agresores, lanzó gas lacrimógeno, el cual afectó a los jugadores del Boca Juniors, entre ellos, su capitán, Pablo Pérez, quien fue trasladado a un hospital para ser atendido.
Tras estos actos violentos, las directivas del River Plate y Boca Juniors se reunieron con comisarios de la Conmebol para llegar a un acuerdo de postergar el encuentro.