Union Berlin, club sostenido por aficionados que llegó a la Bundesliga

La historia de un club que representaba a la oposición durante la división de Alemania y que se negó a dejar atrás su tradición a pesar de los problemas financieros

Unión Berlin, equipo que nació durante la Guerra Fría y hoy ascendió a la Bundesliga (EFE)
Ciudad de México /

El Union Berlin conisguió su ascenso a la Bundesliga tras vencer en los Playoffs al histórico Stuttgart y se convirtirá en el segundo equipo de la capital alemana que participará en la edición 2019-2020.

La historia de este equipo tiene tintes románticos y políticos que comienzan desde su fundación el 20 de enero de 1966 en la época en la que el Muro de Berlin dividía a Alemania en República Democrática Alemana (RDA) y República Federal Alemana (RFA.

Este equipo recién ascendido jugaba en la RDA, mientras que el equipo que casi llevaba el mismo nombre Union 06 Berlin pertenecía a la RFA.

Pero la verdadera rivalidad del Union era ante el equipo fundado por los Stasi (policía de la Alemania Democrática), el Dinamo de Berlin; el desdén de la población hacia el cuerpo policíaco se transmitió al odio deportivo, los aficionados al Unión Berlin recibían al Dinamo con el cántico: "No queremos a los cerdos de la Stasi". Eran la oposición al régimen y representaban la imagen de la clase obrera.

Cuando Alemania se unificó, el equipo mejoró futbolísticamente, sin embargo aparecieron los problemas financieros casi indisolubles y la orden por parte de la Federación Alemana de Futbol de renovar su estadio, el An der Alten Försterei.

Esta equipo no contaba con el presupuesto para afrontar dicha renovación, la solución la encontraron en la gente; aproximadamente 2 mil socios trabajaron 140 mil horas para terminar la obra, sólo por el cariño hacia el club.

La crisis financiera continuó y los directivos del club dijeron que la única manera de resolverla era vendiendo su renovado recinto.

El Union Berlin no podía presumir de un gran palmarés, pero sus aficionados se sentían orgullosos de su inmueble, por lo que se les convocó a comprar una "participación" que tenía un valor de 500 euros.

En las primeras semanas, ya se habían venido 4 mil de las 10 mil participaciones existentes, cada persona podía comprar como máximo 10 participaciones, la idea era que el estadio fuera del pueblo y no venderlo a algún empresario o compañía, logrando así sanear las finanzas del club y manteniendo una parte vital de su tradición.

Los sueños de esos aficionados están cumpliéndose hoy, están logrando lo que sólo encontraban en su imaginación; la histórica llegada a la Bundesliga.

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