Víctor Manuel Vucetich es un nombre que en el futbol mexicano impone jerarquía; no hay un club que no le reconozca su calidad dirigiendo y mucho menos donde no se le aplaudan sus títulos y récord de finales conquistadas, pues de 16 jugadas ha salido victorioso en 14.
Nació en Tampico, Tamaulipas, el 25 de junio de 1955. A los 15 años ya vivía en Ciudad de México; se inició en el balompié en las fuerzas básicas de Pumas, luego pasó por el América y convivió con personajes como Cristóbal Ortega, los Tena: Alfredo y Luis Fernando, y Javier Aguirre, entre otros.
A los 23 años debutó como jugador en la Primera División con el club Atlante. Primero fue delantero, luego interior y acabó de defensa. Quizá por eso en su estilo de dirigir domina el arte de defender.
A sus 64 años ha dirigido al León, con el que debutó en el banquillo en la temporada 1990-91, además de Tigres, Cruz Azul, La Piedad, Puebla, Pachuca, Veracruz, Jaguares, Monterrey, el extinto club Tecos y ahora al equipo de Querétaro.
El apodado Rey Midas, que sigue tan vigente como en aquella década de los 90, cuando ganó con la UdeG el título de liga, considera que la familia es la base de todo y revela que entre sus comidas favoritas están los sándwiches y de géneros musicales le gustan el jazz.
¿Qué hubiera sido de no ser futbolista y entrenador?
No sé, me gustaba la psicología; estaba empezando a estudiar esa carrera y por cuestiones del futbol ya no continué.
¿Qué representan para usted los 14 títulos ganados como entrenador de futbol?
Representan el haber ido logrando paso a paso los objetivos que se iban trazando en la vida.
¿Le gusta su sobrenombre?
No es que me guste o no; te causa una responsabilidad, porque adonde quiera que vayas te solicitan ser un Rey Midas.
Vucetich debutó como entrenador a los 33 años, fue en la Segunda División con Potros Neza, y fue entonces que llegó el primer título, entre los que destacan los de Primera División, Copa Mx, Concacaf e Interliga.
En 2013, en plena crisis de cara a la calificación de la Copa del Mundo de Brasil 2014, Víctor Manuel tomó la encomienda de dirigir los partidos clasificatorios ante Panamá y Costa Rica, ganó uno y perdió el otro; entonces, el presidente de la Federación Mexicana de Futbol, Justino Compeán, lo despidió: “Es por los resultados”, aclaró el directivo entonces.
¿Qué significó para usted ser seleccionador nacional?
Fue un logro en mi carrera; es también producto a lo mejor de esa constancia y rendimiento dentro de mi profesión.
¿Cuál es el mejor jugador que le ha tocado dirigir?
Yo puedo pensar en varias personas, por ponerte un ejemplo: Donizete (en Tigres) es de esos jugadores con un físico superdotado, capacidad y habilidad; de inteligencia puedo hablar de Jaime Ordiales (en León), porque tenía esa gran capacidad, también de Carlos Barra (Cruz Azul) y Humberto Suazo (Rayados).
¿Qué representó para usted ser entrenador de una figura como Ronaldinho?
Pues es algo muy motivador, extraordinario, que lástima que no me tocó en su mejor momento.
¿Qué significó el equipo Rayados en su carrera?
Ha sido la institución en la que he obtenido los resultados más importantes en mi carrera, además de que he recibido un afecto extraordinario de su afición.
El Rey Midas le dejó al conjunto regiomontano tres trofeos de la Concacaf, dos de liga, uno de interliga y el recuerdo de una afición que lo sigue teniendo en estima, como él mismo mencionó. Fue una etapa que lo marcó, especialmente por el clásico regio, que “es una pasión. Es una emoción que se vive en la ciudad, se desborda”.
¿Clásico regio o nacional?
En lo personal, el clásico regio.
¿A cuál futbolista le gustaría o hubiera gustado dirigir?
Actualmente me gustaría dirigir a Funes Mori.
¿Cristiano Ronaldo o Lionel Messi?
Los dos tienen virtudes impresionantes; son altamente productivos.
La familia es para usted…
Fundamental. La base, el núcleo.
¿Qué es más difícil, educar a sus hijos o dirigir a un futbolista?
Educar a mis hijos (risas).
¿Cuál es su "hobbie"?
La música. Me gusta de todo un poco, pero más el jazz y la romántica. También me agrada convivir con amistades, jugar futbol y la lectura.
¿Su platillo favorito?
Hoy día, por circunstancias de la vida, los sándwiches.
¿Qué lo hace más feliz?
Creo que lo mejor son los hijos, nietos y esposa; es lo fundamental.
Este es el lado B de Vucetich que le ha dado al Querétaro el único trofeo en 69 años de existencia, en la Copa Mx de apertura 2016.