La fulgurante Liguilla del Apertura 2019 ha entrado en una larga pausa. Faltan 15 días para que se lleve a cabo el juego de ida de la Final del torneo. Mientras, ambos equipos trabajan en lo suyo, con dos realidades bien opuestas.
No hay más que esperar a que llegue el 26 de diciembre para ver en acción a dos de las mejores plantillas en busca del título, será una edición inédita y que pondrá frente a frente a dos aficiones que viven el futbol con una alta carga de pasión. Hubiera sido excepcional vivirla ya, pero no se pudo.
AMÉRICA A LA ESPERA
El escenario de América es el de paciencia, las Águilas rompieron concentración el domingo, el cuerpo técnico liberó al plantel, porque mantener el régimen era contraproducente; iban a ser muchas horas en el hotel y sin nada qué hacer más que entrenar y esperar.
Miguel Herrera concedió dos días de descanso al grupo, los jugadores volvieron a sus casa para soltar la tensión de las últimas dos semanas en las que el cuadro azulcrema vivió jornadas de mucho desgaste emocional y futbolístico en las series contra Tigres (cuartos) y Morelia (semifinales).
Los azulcrema regresaron este miércoles al Nido de Coapa, ahí empezaron la dinámica de trabajo para el juego de ida, aunque es evidente que no habrá mucha exigencia estos días, porque no se quieren correr riesgos. La prioridad es que el grupo mantenga el tono físico y competitivo.
El equipo descansará sábado y domingo. Regresará a los entrenamientos con más intensidad el próximo lunes. La directiva está en busca de un rival con el que puedan sostener un juego amistoso la siguiente semana, con el fin de mantener la actividad futbolística. Estos días servirán, también, para recuperar a los jugadores que tienen alguna molestia como Renato Ibarra y en poner a punto a otros como Nicolás Castillo. Aún se está definiendo el día de viaje a Monterrey.
EL DESGASTE DE RAYADOS
Mucho se habla de quién puede salir más afectado, si Monterrey por el largo viaje o América por el tiempo sin actividad. Rayados ya hizo un viaje de 17 horas, está entrenando en Qatar y el sábado juega contra el Al-Sadd. En caso de ganar tendría dos partidos más asegurados en un lapso de siete días.
Después tendrán que emprender un viaje de regreso con la misma duración; aunque vuelen en primera clase, esos trayectos generan descanso inactivo que el jugador termina resintiendo. Llegaría a México el día 22 y tendrá que lidiar con el Jet Lag, aclimatarse de nuevo al cambio de horario y a las condiciones climatológicas. El lunes 23 tendría su primero de tres entrenamientos para el juego de ida, que se celebrará el jueves 26 de diciembre.
Después, viajará a la capital del país para el juego de vuelta, y ese domingo 29 tendrá lidiar con la altura de la Ciudad de México, y la atmósfera del estadio Azteca, que seguramente estará lleno. Para entonces Rayados traerá en las piernas, cuando menos, 270 minutos más de juego —y desgaste— que las Águilas. Y más allá del resultado de la ida, será sometido a una presión extenuante por el equipo de Miguel Herrera. Una prueba de resistencia.
SUBE Y BAJA
RENATO IBARRA
MEDIOCAMPISTA DE AMÉRICA
El volante ecuatoriano salió lesionado en el partido de vuelta de la semifinal contra Morelia. Problemas musculares lo retiraron del campo al minuto 39’; sin embargo, las pruebas médicas que le realizaron arrojaron que no sufrió un desgarre y estaría listo para el 26 de diciembre, cuando se dispute el juego de ida de la Final.
CELSO ORTIZ
MEDIOCAMPISTA DE MONTERREY
El centrocampista paraguayo no completó la práctica que tuvo el equipo este miércoles. El guaraní se habría resentido de un golpe que sufrió en la pierna derecha en el juego de vuelta de la semifinal contra Necaxa; aunque no está descartado para el partido del sábado contra el Al-Sadd, será valorado en las próximas horas.