A través de los años el ser humano ha buscado la forma de innovar en el mundo del deporte y el entretenimiento, para formar la combinación perfecta entre ambos elementos. En el lejano siglo XIX, se realizaban peleas clandestinas entre osos y hombres.
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Con un bozal y guantes colocados en las garras del animal y varios años de entrenamiento para prepararlo, los osos podían subirse al ring para chocar fuerzas con algún peleador profesional de box y lucha libre, o con algún voluntario.
Teniendo como antecedente en varios países en Europa, la pelea entre osos y humanos comenzó a tener su auge en Estados Unidos, específicamente en Nueva York con Wrestling Bear Results. En aquellos años, se registraron diversas peleas usando osos de circo, generando sensación entre los espectadores.
Más tarde luchadores y osos comenzaron a cobrar nombre; tal es el caso de Lucien Marc, quien se enfrentó a un úrsido y logró llevarse la victoria, aunque le costó su dedo pulgar.
Gracias a su apogeo en los barrios en Nueva York, así como su difusión en periódicos en Estados Unidos, estas luchas comenzaron a expandirse en otros lados. Billy Clark fue uno de los peleadores más reconocidos, incluso llevó una función a la ciudad de Puebla, México.
Pese a su popularidad, esta actividad no tardó mucho en salirse de control. En una función en 1878, un oso de nombre Lena (ya ubicada en el ámbito) mató a su contrincante en medio de la pelea. Tras este incidente, ante todo pronóstico, continuaron por expandirse a lo largo de la región estadunidense, aunque varios grupos comenzaron a pedir la abolición de dichas prácticas, abogando a los derechos y protección animal.
Debido a esto algunos circos y promociones fueron clausuradas, aunque otras tomaron el riesgo de continuar de forma clandestina. Todavía en 1940 el boxeador Gus Waldorf se atrevió a enfrentarse a un oso dentro de una jaula, llamando la atención de varios medios y de antiguos seguidores.
Conforme avanzaron los años, también las medidas de protección animal evolucionaron y estas prácticas fueron desapareciendo. A pesar de ellos el éxito ya se había enmarcado, incluso algunos luchadores como El Destructor y Roddy Piper continuaron peleando pese a las críticas.
Es más, el oso boxeador Battling Bruno, reconocido a lo largo del mundo por sus peleas, fue nombrado caballero de la Reina Victoria y embalsamado a órdenes de la monarca.
Actualmente esta práctica ha sido erradicada en Estados Unidos, aunque en algunos lugares del mundo puede recurrente estas actividades. Tal es el caso del peleador Khabib Nurmagomedov, quien causó controversia tras ser descubierto lanzando patadas a un oso cachorro.
RGS