Úrsula Legaria Menéndez, deportista poblana, destacada por ser la primera mujer en clasificar al mundial más anhelado por todo triatleta: el IronMan. Y este año cumplió una meta más, pues, clasificó dentro de las cinco mejores del mundo.
En entrevista con MULTIMEDIOS Puebla destacó que, desde que inició su entrenamiento, su máximo sueño fue competir en este mundial realizado en Kona Hawaii, y lo ha hecho en tres ocasiones; la última vez, obtuvo el quinto lugar en el pódium.
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La abogada de profesión, narró que desde que comenzó con el triatlón, para ella era algo lejano estar en una competencia de esta magnitud, debido a que en el estado, ninguna mujer había clasificado.
“Fue un reto y yo decía: lo debo lograr y eso era lo que me impulsaba, eso fue mi motor para echarle muchas ganas a los entrenamientos y nunca darme por vencida. Decía, tengo que ser la primera poblana que llegué a ese mundial, y gracias a Dios tuve la fortuna de estar ahí”, expresó con gran orgullo.
Asimismo, señaló que el apoyo y cariño de la gente es su mejor impulso para seguir con esta carrera, la cual señaló que es muy difícil, pues las autoridades poco o en ocasiones apoyan a los deportistas.
Portando con orgullo su uniforme, precisó que la competencia consiste en tres pruebas extremas: nadar en mar abierto por tres kilómetros 800 metros, el segmento de ciclismo de 180 kilómetros y para concluir se debe correr un maratón, es decir, 42 kilómetros y todo se hace de manera consecutiva.
“En la última parte de la carrera, con el clima tan alto, porque allá hace mucho calor, si fue un momento duro, porque ya traes todo el cansancio; pero, yo decía a seguirle dando, hasta morir en la meta, y sí, fue la parte más complicada, pero a la vez lo disfruté”, relató con el rostro iluminado.
La deportista aseguró que, en el momento más difícil del mundial siempre estuvo en su mente la imagen de su familia, amigos, equipo y de la gente que la ha apoyado, por lo que al estar en el mundial los entrenamientos estuvieron muy presentes para no rendirse y lograr el reto.
Subrayó que, para su preparación previa al campeonato, realizó un bloque de seis meses específicos con cinco horas de entrenamiento al día, a lo que puntualizó que se levantaba a las 04:30 horas hasta las 08:30 para entrenar, después iba a trabajar como abogada y por la tarde desarrollaba otra parte del entrenamiento.
Asimismo, refirió que el fin de semana, que es cuando tiene más tiempo, realizaba los entrenamientos largos, rodar en la ciudad y luego la carrera, a lo que consideró que es un bloque duro y de mucho cansancio.
Al ser cuestionada sobre qué gana una deportista con estos mundiales, respondió que, “la satisfacción; esa es la realidad, porque no hay un premio económico y tampoco recibimos apoyo, todo lo pagué yo, soy abogada y trabajo en eso; desgraciadamente llegar a esos eventos donde van atletas de todo mundo es triste ver el apoyo que ellos tienen a lo que tenemos en México”, expresó.
La participante del IronMan comentó que en el país no se brinda el apoyo e impulso a los deportistas, a pesar de que hay muchos de alto rendimiento.
Para Úrsula Legaria el deporte es su pasión; por ello, destina el 60 por ciento de sus ingresos como abogada para lograr sus metas y sueños, pues es la única manera de representar nuestro país.
Ante esto, expresó que vale la pena hacer una inversión y sacrificio para cruzar la meta y subir al pódium en un campeonato de este nivel, “cuando estás en el pódium piensas que valió la pena todo el sacrificio”.
La triatleta agregó que con el paso del tiempo encontró un equilibrio para darle valor a su pasión por el deporte y a su carrera profesional; así como a su familia y amigos, por lo tanto, al año participa en cinco competencias, siendo el mundial la última del año, con bloques de recuperación de pretemporada.
Para concluir, narró que durante la competencia en la natación sintió muchos nervios y adrenalina, y en la parte del ciclismo recuerda su esfuerzo y la gente que dando apoyo, y en la carrera bloquea la cabeza por el cansancio, pero externó que todos aquellos que buscan este sueño lo hagan, porque no hay un imposible, solo bajas y altas.
AAC