El georgiano Nikoloz Basilashvili, 34 del ránking del mundo, dio la sorpresa este domingo y se proclamó campeón del Abierto de China, al imponerse en la final por 6-4 y 6-4 al argentino Juan Martín del Potro (primer cabeza de serie), aquejado por un proceso gripal, en un partido que estuvo marcado por la salud del jugador de Tandil.
El georgiano, de 26 años, estuvo muy metido durante todo el encuentro y no obtuvo apenas respuesta por parte del argentino, de 30 años, visiblemente fatigado por la gripe que venía arrastrando durante toda la semana.
Sería injusto decir que Basilashvili ganó el partido porque Del Potro no estuvo en plenitud de condiciones, porque incluso con esta salvedad, lo cierto es que el georgiano mostró un nivel de tenis muy alto.
Ya desde el principio se vio que el ganador de este año del torneo de Hamburgo iba en serio, metió intensidad al encuentro y peleó cada bola como si fuera la última, a lo que sumó una derecha que por momentos pareció un martillo.
En la primera manga y con 1-1 en el marcador, la prometedora raqueta de Georgia ya había roto el saque al argentino, que entre punto y punto se tomaba su respiro para intentar recuperar las pocas fuerzas de las que disponía.
A partir de ese momento, a la Torre de Tandil le tocó remar contracorriente, lo que sumado al proceso gripal fue demasiado para el número cuatro del ránking ATP, que cedió un primer set luchado muy dignamente por su parte.
La segunda manga no fue distinta a la anterior, Del Potro, que basó su juego en su potente saque, pasó un auténtico calvario y las bolas de rotura eran cuestión de tiempo viendo la diferencia en el nivel de juego entre uno y otro.
Pero es en las situaciones más difíciles cuando aparecen los grandes jugadores, y el argentino es uno de esos. Con 4-3 a su favor, tuvo lugar uno de esos juegos que enamoran a la grada, con emoción, peloteos largos y dos bolas de rotura a favor del de Tandil, que desafortunadamente para él no pudo hacer buenas.
La grada, sabedora de lo que estaba pasando Del Potro, quiso insuflarle ese ánimo necesario para que pudiera competir, pero Basilashvili no era partidario de esa fiesta y decidió terminar con el partido por la vía rápida, rotura para colocar el 5-4 y servicio a su favor para intentar llevarse set, partido y campeonato.
Pero como la épica ya se había establecido en el ambiente, Del Potro no quiso rendirse y levantó hasta dos bolas de partido antes de tirar la toalla ante un Basilashvili que jugó un brillante torneo.
Así, Nikoloz Basilashvili se proclamó campeón del torneo asiático por primera vez en su carrera, cediendo un único set en todo el campeonato y dejando por el camino a rivales como el estadounidense Jack Sock (sexto cabeza de serie), el español Fernando Verdasco, el tunecino Malek Jaziri o el británico Kyle Edmund (quinto).
El Abierto de China es el segundo título que consigue el georgiano este año, tras el conquistado en Hamburgo, lo que confirma ésta como la temporada de su explosión.