Mientras la ATP y la WTA trabajan en conjunto para reprogramar el calendario del deporte blanco con posibilidades de extender el final de temporada hasta finales de 2020, los jugadores profesionales están preocupados por las consecuencias económicas que provoca en la mayoría de ellos la pandemia por el coronavirus. Si bien el tema de los puntos del ranking ya quedó solucionado al ser congelados, el de sus ingresos no. Es muy sencillo, si no juegan, no ganan dinero. Para tenistas Top como Roger Federer, Rafa Nadal o Novak Djokovic esto no supone un mayor problema, pues la mayoría de su riqueza la han hecho a raíz de sus patrocinadores, lo que hoy les permite ser de los principales donadores ante la pandemia, sin embargo aquellos rankeados fuera de los 200 viven con lo que generan de torneo en torneo y su mayoría no cuenta con ahorros.
Hace unos días, la tenista 371 del ranking de la WTA, Sofia Shapatava, lanzó una petición online a través de change.org para que la Federación Internacional de Tenis, la ATP y WTA apoyen económicamente a los tenistas durante la crisis. Los jugadores no son empleados de los circuitos, por lo tanto no reciben absolutamente nada a diferencia de los esquemas que se están trabajando en otros deportes como el futbol donde hay por lo menos reducción de salarios.
Más de 1800 han firmado la petición. Al momento, el tenis mundial está suspendido hasta el 13 de julio, lo que significa que desde la cancelación de Indian Wells en marzo hasta dicha fecha se habrán sumado 21 torneos en el circuito de la ATP sin disputar, incluyendo dos Grand Slams y cinco Masters 1000, mientras que en la WTA hablamos de 24, lo que se traduce en pérdidas de miles de dólares. Tan solo en un hipotético escenario de que un jugador perdiera en las primeras rondas de los ya cancelados Masters 100, hubiera tenido un ingreso de 105 mil dólares, eso sin contar torneos ATP 500 y ATP 250.
Pero no solo los jugadores se están viendo afectados, pues torneos de menor categoría también podrían desaparecer al no recibir ingresos por una edición cancelada. La mayoría no cuentan con seguros porque sería una inversión de entre 200 y 700 mil dólares al año, y en el caso de los que adquirieron uno están protegidos ante terremotos o atentados terroristas pero no en específico ante una pandemia por un virus.
Una vez más, a diferencia del futbol donde los ingresos vienen en su mayoría de los derechos de transmisión, los eventos en el tenis sobreviven en un 70% por patrocinios. “Nuestra intención de dar a conocer cualquier medida de apoyo será mejor coordinada una vez que sepamos la duración de esta crisis y cuando el Tour pueda reanudarse” comentó el chairman de la ATP, Andrea Gaudenzi.
Una actualización del calendario, incluyendo la reprogramación de eventos, llegará a mediados de mayo y quizá con ello un plan de ayuda económico, aunque Steve Simon, cabeza de la WTA declaró que el circuito “desafortunadamente no se encuentra en posición financiera de compensar a todas, especialmente a las que tienen la mayor necesidad… en el nivel que esperan”.
CC