Embrujan con el humor y la tradición, la música y las historias que intercambian los integrantes de Canticuénticos, las cuales conducen a la niñez por mundos repletos de imaginación.
La agrupación argentina, formada hace 15 años, viene a México, desde Santa Fe, Argentina, para interpretar canciones originales repletas de los tonos del folclor de la región, y algunas aderezadas con los ritmos de la cumbia.
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La apuesta es buscar la complicidad del público, a través del juego, la acción y el despertar de sus emociones, afirma el bajista Gonzalo Carmelé, en entrevista exclusiva con MILENIO.
“Creemos que la música y el folclor argentino y latinoamericano es mejor si se comparte, porque tiende puentes desde el escenario hacia el público y entre los mismos asistentes. Nos interesa escuchar las voces de los espectadores y disfrutar cada momento, compartiendo la emoción”.
Los asistentes al concierto cantarán y bailarán de la mano de las voces de Laura Ibáñez, Cintia Bertolino y de Ruth Hillar, quien también toca la flauta y el acordeón; de Gonzalo Carmelé, en el bajo y en los coros; de Daniel Bianchi, en la guitarra, charango y coros, así como de Nahuel Ramayo en la batería, percusión y coros.
“Toda nuestra música la conforman composiciones originales y artesanalmente compuestas, lo que van a escuchar en el recital y en nuestros discos, es todo lo que hemos hecho con nuestras manos, son todos sonidos naturales, que tienen que ver con lo artesanal”, destaca.
Su apuesta va más allá del espectáculo debido a que las canciones las llevan a otros soportes, ya que cuentan con varias colecciones de libros, es decir, son sus canciones llevadas al formato de papel e ilustradas con la técnica de collage.
De dónde viene
Canticuénticos surgió hace 15 años de un juego de palabras “cantar contando y contar cantando, tiene la influencia del arte y juego de Violeta Parra, la gran artista chilena; ella tenía muchos juegos en torno a las esdrújulas. En el principio cuando apareció la idea del nombre, que en realidad es el nombre del disco, una recopilación de canciones, marcadas con breves historias; de ahí el grupo Canticuénticos”, explicó Gonzalo.
En el universo de Canticuénticos, el público se encontrará historias que tienen que ver con el lugar que habitan, en el litoral argentino, por ello, las canciones hablan de bichitos con nombre en guaraní.
Las historias de las canciones de Canticuénticos, involucran hasta las aves, tienen a El lorito Teté, con mucho ritmo porque recurren al merengue, logrando atrapar a los asistentes.
“Acá en Argentina decimos que cuando tiene un buen impacto, pega, así que El lorito Teté es una canción muy divertida, acá donde vivo está lleno de loros, y es una especie que existe por todos lados”.
En el concierto en el Teatro Esperanza Iris también encontrarán “La cumbia del monstruo de la laguna”, de dimensión canticuéntica, “es un poco acumulativa que va sumando partes del cuerpo con las que iremos bailando, formando los asistentes parte de este baile. Es una canción que se escucha en jardines de niños y en escuelas. Tiene millones de reproducciones y cuenta con infinidad de versiones, ha sido el mundo de acceso al mundo canticuéntico”.