La pandemia trastocará hasta la narrativa de las historias

Cine

Marco Polo Constandse, Hari Sama, Tania Benítez y Everardo González hablan del impacto que ha dejado el covid-19.

Los productores están preocupados ante el futuro de la industria. (Especial)
Libertad Ampudia
Ciudad de México /

El covid-19 ha tocado al cine mexicano en varios niveles: Canacine anunció en marzo 7 mil 619 salas cerradas y 220 mil empleos afectados, y en abril iniciaron las convocatorias para retratar la pandemia en pantalla. En este panorama, M2 se acercó a integrantes del gremio, quienes hablaron del golpe económico, pero también de un impacto que irá más allá, hasta llegar a trastocar la propia narrativa.

“Los cineastas tenemos la obligación de ser actuales. Estoy convencido de que, naturalmente, saldrán historias que reflejen lo que se vive: desde impacto en la naturaleza; el anhelo de tener a los seres queridos cerca, o algunas más apocalípticas” dijo Marco Polo Constandse, quien tiene la preproducción de dos series y dos filmes, y detenido el estreno de Los días que no estuve.

El fundador de Filmadora añadió: “La narrativa va a cambiar sin duda; eventos mundiales, como la Primera y la Segunda Guerra Mundial, cambian el lenguaje, el punto de vista, la forma y conceptos. Aunque no sea necesario, va a ser obligatorio que contarlo”. 

Hari Sama, director de filmes como Esto no es Berlín, coincidió: “Es un momento histórico importantísimo y fuera de toda lógica, a muchos (cineastas) nos va a pegar y nos va a obligar a hablar, como sucedió en el terremoto”. 

Tania Benítez, primera latina menor de 30 años en entrar al Producers Guild of America (PGA), mencionó que el cine debe ofrecer al público “oportunidades de catarsis” y llevarlo a reflexionar sobre las implicaciones que, en este caso, tendrá el coronavirus. 

“Creo que explorar la temática desde un lugar humano sin duda va a sumar, creo que vale la pena tener esa perspectiva y explorar lo que nos está sucediendo, también en términos de trasformación de cómo vemos el mundo, la pandemia nos ha hecho cuestionarnos muchas cosas del sistema que veíamos y cómo lo veíamos antes. Y no va a ser cuestión de un solo género, por ejemplo documental, sino poder ofrecer desde distintas perspectivas una alternativa fresca que conecte con lo que se está viviendo al interior de cada una de las familias”, agregó la productora de THR3 Media Group.

GOLPE BRUTAL

Hari Sama afina los guiones de una serie y dos películas, pero se preocupa por la exposición de filmes como 50 o Dos ballenas se encuentran en la playa, pues sabe que quizá este año no habrá festivales.

“Tendremos que aprender a ver cómo hacerlo en las redes, que son esfuerzos valiosos, pero nada sustituye a la experiencia en vivo”. 

Everardo González, distribuidor y director de documentales como La libertad del diablo, coincidió; él alcanzó a hacer entrevistas y está en preproducción de su nuevo proyecto, pero también le preocupa la exhibición.  

“Los festivales tienen que ver con la idea de gratuidad, se convierte en los primeros ingresos de retorno de una película. La gratuidad es muy importante para las sociedades, pero  impacta de manera muy fuerte en conceptos como los del derecho de  autor y no beneficia a las películas ni los productores”.

Y concluyó: “Acabamos de abrir Yermo a 2 mil personas (en Ambulante), no podíamos abrir a más porque pensando en que la vieron en parejas o tríos, son 6 mil boletos que ya no se van a vender y es un impacto durísimo. El efecto de la pandemia va a ser brutal”.

LAS CLAVES

PROTOCOLOS

Everardo destacó que será “difícil desarrollar los protocolos que permitan volver; se habla de reducir equipos de filmación, modificar escenas y cambiar la exhibición”.

FILMACIÓN

Tania habló de dos retos: “El calendario de filmación está sufriendo; entre abril y septiembre hay muchos rodajes. Para proyectos que dependen de ayudas, todo es incierto”.

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